Un escenario similar ocurrió en 2001, cuando Al Gore y George W.Bush compitieron en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Tras conocerse los resultados de la jornada electoral del 5 de noviembre en Estados Unidos, donde Donald Trump resultó elegido como el nuevo presidente del país norteamericano, Kamala Harris aceptó su derrota. Sin embargo, señaló que no renunciará a la lucha que impulsó su campaña.
Por otra parte, como parte de sus funciones como vicepresidenta de EE.UU., Harris será la encargada de certificar la victoria de Trump ante el Congreso en enero de 2025. Cabe precisar que no se trataría de la primera vez en la que un vicepresidente que fue candidato presidencial deba ejercer dicho rol.
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Harris debe certificar la victoria de Trump ante el Congreso de EE.UU.
Según la Constitución, el vicepresidente es el jefe del Senado, y es función de quien esté en el cargo declarar el resultado de una elección presidencial. La fecha es el 6 de enero.
El procedimiento de conteo de votos realizado por el vicepresidente es una mera formalidad y representa el paso final en el proceso técnico y complejo de elegir una nueva administración.
Medios estadounidenses tomaron como ejemplo lo ocurrido en el año 2000, cuando el demócrata Al Gore concedió la presidencia el 13 de diciembre al republicano George W. Bush. Gore, también vicepresidente en ese momento, certificó la victoria de Bush.
“El número total de electores designados para votar por el presidente de los Estados Unidos es 538”, dijo Gore desde el podio, y procedió a leer su propia derrota ante el Congreso. “George W. Bush, del estado de Texas, ha recibido 271 votos para presidente de los Estados Unidos. Al Gore, del estado de Tennessee, ha recibido 266 votos”.
Un escenario similar se esperaría que ocurra el próximo 6 de enero de 2025 con Kamala Harris y Donald Trump. Mientras tanto, el equipo del republicano ya ha empezado a armar su plan de trabajo para los primeros días de gobierno.
Video: YouTube | TIME
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