Donald Trump emitió una serie de órdenes ejecutivas que alteran de manera significativa las políticas migratorias de Estados Unidos.
Donald Trump firmó el pasado 20 de enero una de las órdenes ejecutivas más polémicas que modifican sustancialmente las políticas migratorias del país. Esta medida excluye a los hijos de inmigrantes indocumentados y residentes no permanentes del derecho a la ciudadanía por nacimiento, un derecho garantizado por la Enmienda 14 de la Constitución de EE.UU.
Este decreto, que según el Departamento de Justicia entrará en vigor el 19 de febrero, desató una rápida y contundente reacción en todo el país. Al menos 22 estados y diversos grupos defensores de los derechos de los migrantes presentaron cinco demandas en su contra. Tres días después, en Seattle, el juez federal John C. Coughenour bloqueó temporalmente la ejecución de la orden, estableciendo que la medida permanecería suspendida hasta el próximo jueves.
Este giro legal refleja las crecientes tensiones entre las políticas migratorias de la administración y aquellos que defienden los derechos humanos, mostrando la polarización en torno a este tema crucial. La medida, que ha generado un intenso debate, se encuentra en el centro de la discusión sobre la interpretación y los límites de la autoridad presidencial en temas migratorios.
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La postura de un experto sobre la constitucionalidad de la ciudadanía por nacimiento
Alex Nowrasteh, vicepresidente de estudios del Instituto Cato, un think tank (grupo de expertos que investigan y analizan problemas políticos, económicos, sociales, militares o culturales) proinmigrante, afirmó que la legislación es clara al establecer que el derecho a la ciudadanía por nacimiento no puede ser revocado mediante una orden ejecutiva. Sin embargo, añadió que el presidente, Donald Trump podría intentar hacerlo a través de los tribunales.
“No tomo en serio sus declaraciones. Ha hecho comentarios similares durante casi una década”, indicó Nowrasteh. “En su mandato anterior, no promovió esta agenda, y la ley y los jueces se oponen casi unánimemente a su teoría legal, que sostiene que los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos no son ciudadanos”.
Si quisiera eliminar la ciudadanía por nacimiento, Trump podría pedir al Congreso una nueva ley. Sin embargo, tal medida enfrentaría un desafío legal debido a que entra en conflicto con la Constitución. El presidente y otros críticos sostienen que esta práctica fomenta la inmigración irregular y promueve el “turismo de nacimiento”.
Video: Youtube | BBC News Mundo
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