Antes de su renuncia, el CEO de Tesla acusó al paquete fiscal de Donald Trump de, posiblemente, elevar el déficit para 2034 y traicionar el esfuerzo del DOGE.
Tras 130 días en el cargo, Elon Musk abandonó el liderazgo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Previamente, el CEO de Tesla había mostrado su desacuerdo contra el nuevo proyecto de ley fiscal republicano.
En ese sentido, Musk decidió tomar distancia y señalar que esta iniciativa representa un retroceso para el trabajo del equipo DOGE y para la sostenibilidad fiscal del país.
Así lo expresó durante una entrevista en CBS Sunday Morning, Musk aseguró que la propuesta legislativa, aprobada por la Cámara de Representantes, no solo incrementa el gasto público, sino que también anula los avances impulsados por su equipo en el DOGE. “Me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gasto, francamente, que aumenta el déficit presupuestario”, declaró el empresario.
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Musk defiende al DOGE y cuestiona la política fiscal
Musk renunció a su cargo en DOGE poco antes de lanzar sus declaraciones. Desde fuera, sin cargos oficiales, el empresario aprovechó para expresar su rechazo a la política económica de Trump. Según el magnate, el nuevo paquete fiscal ―bautizado por el presidente como One Big Beautiful Bill Act― no solo resta apoyo a energías limpias, sino que recorta incentivos que consideraba esenciales para el futuro del país.
Además de prolongar los recortes fiscales iniciados en 2017, el proyecto busca ampliar el gasto en seguridad fronteriza, limitar beneficios en Medicaid y debilitar los subsidios a fuentes renovables. Musk, sin mencionarlo directamente, insinuó que la medida contradice la visión de eficiencia y sostenibilidad que promovió desde DOGE.
Elon Musk toma distancia de Trump y de su administración
En el mismo diálogo con CBS, Musk dejó entrever su intención de alejarse aún más del aparato gubernamental. “Creo que un billete puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas”, ironizó aludiendo al nombre que Trump dio al paquete legislativo. La frase fue interpretada como un golpe al estilo personalista del presidente.
Cabe recordar que en los primeros meses del gobierno de Trump, Musk fue una figura clave en los esfuerzos de modernización del aparato estatal. Sin embargo, los últimos movimientos del gobierno parecen haber desdibujado esa alianza inicial. La creciente tensión entre ambos podría reconfigurar el vínculo entre el sector tecnológico y la política estadounidense en los próximos años.
El impacto del proyecto en el déficit preocupa a expertos
Más allá del desacuerdo personal, la preocupación de Musk se sustenta en proyecciones oficiales. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que la ley fiscal podría elevar el déficit en U$D 3.8 billones para 2034. Este cálculo ha generado alarma entre sectores que promueven una gestión fiscal responsable, sobre todo ante la posibilidad de una recesión prolongada.
Por ahora, el proyecto necesita la aprobación del Senado, donde enfrentará un panorama más incierto. Mientras tanto, la ruptura pública entre Musk y Trump marca un giro inesperado en la política estadounidense, y podría tener efectos en la campaña republicana y en la postura del electorado frente a temas como gasto público, energía y salud.
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