Joe Biden firmó la ley H.R. 1505, que impide a EE.UU. reconocer marcas confiscadas ilegalmente, reforzando la lucha contra el robo de propiedad intelectual por parte del régimen cubano.
Estados Unidos da un paso firme en la protección de la propiedad intelectual con la promulgación de la ley H.R. 1505. Esta medida prohíbe el reconocimiento de marcas comerciales confiscadas ilegalmente, evitando que actores extranjeros se beneficien de bienes expropiados sin el consentimiento de sus legítimos dueños.
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Una respuesta al robo de propiedad intelectual
Promovida por los representantes Debbie Wasserman Schultz y Darrell Issa, la nueva legislación refuerza la política de Estados Unidos contra el uso de marcas comerciales confiscadas. Wasserman Schultz señaló que esta ley corrige una injusticia histórica, destacando los casos de cubanoamericanos cuyas familias perdieron propiedades bajo regímenes autocráticos.
Issa, por su parte, subrayó que esta medida protege los derechos de los propietarios legítimos al afirmar que la confiscación de marcas comerciales es un acto de robo equivalente a un asalto financiero.
Implicaciones de la nueva ley
La ley amplía las restricciones para las agencias ejecutivas de Estados Unidos, como la Oficina de Patentes y Marcas, impidiendo validar marcas asociadas con negocios expropiados sin consentimiento. Esto afecta tanto a ciudadanos cubanos como a cualquier persona que intente aprovecharse de estas marcas a través de lagunas legales.
Antes de esta ley, la prohibición se limitaba a casos en tribunales estadounidenses y solo se aplicaba si un ciudadano cubano reclamaba la marca. Ahora, el alcance incluye cualquier agencia gubernamental, fortaleciendo la posición de Estados Unidos frente a regímenes autocráticos como el cubano.
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