La actividad antisemita en redes sociales ya es considerada por las autoridades migratorias como un criterio para negar o revocar visas y Green Cards.
Una nueva directiva de la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) marca un antes y un después en la política migratoria del país. A partir de ahora, los registros digitales de solicitantes de visa o residencia serán examinados con más rigurosidad: las publicaciones antisemitas o cualquier actividad en redes que refleje discursos de odio podrán convertirse en razones suficientes para negar una Green Card o revocar una visa.
Este nuevo enfoque se enmarca en un paquete de medidas impulsadas para frenar expresiones que promuevan el antisemitismo. Desde Uscis se ha informado que el comportamiento en línea, incluidas publicaciones en plataformas como X (antes Twitter), Instagram, Facebook y TikTok, podrá ser considerado como parte del historial del solicitante. Si se detecta contenido antisemita o vinculaciones con organizaciones consideradas violentas, se tomarán decisiones migratorias más restrictivas.
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El antisemitismo digital ahora puede costarte la residencia
Las autoridades migratorias ahora consideran las publicaciones antisemitas como un reflejo de posibles amenazas internas, lo que justifica, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), su exclusión del territorio estadounidense.
Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos del DHS, fue enfática: “No tenemos ninguna obligación de admitir ni de permitir que permanezcan personas que simpaticen con el terrorismo o promuevan el odio”. Las acciones de Uscis están en línea con políticas impulsadas durante el gobierno de Donald Trump, enfocadas en cerrar el paso a ideologías extremistas.
Los perfiles más vulnerables ante las nuevas restricciones
Los principales afectados por esta disposición serán los solicitantes de la Green Card y los estudiantes internacionales. Pero también estarán bajo escrutinio aquellas personas que tengan vínculos con instituciones señaladas por actividades antisemitas. Según el comunicado, esta vigilancia se extiende a quienes expresen apoyo a grupos como Hamás, Yihad Islámica o Hezbolá, considerados como organizaciones terroristas por el gobierno estadounidense. La medida busca frenar el ingreso de discursos violentos desde el exterior, incluso si estos han sido difundidos solo a través de redes.
El endurecimiento de estas políticas no surge de la nada. En marzo, el secretario de Estado Marco Rubio alertó que se podría revocar la Green Card a quienes apoyen públicamente a grupos extremistas. Esta advertencia se intensificó tras el caso de Mahmoud Khalil, un exestudiante de la Universidad de Columbia, detenido por presuntos vínculos con Hamás. Su situación fue usada como ejemplo para demostrar que el apoyo a ideologías violentas no será tolerado, ni siquiera en el ámbito académico.
Vigilancia sin fronteras
Las plataformas digitales, que para muchos sirven como espacios de expresión, hoy son también herramientas para detectar amenazas. Las autoridades migratorias revisarán contenidos públicos y, en algunos casos, también podrían solicitar antecedentes adicionales en entrevistas. Así, el criterio para otorgar visas o residencias ya no dependerá solo de antecedentes penales o laborales, sino también del historial digital del solicitante.
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