El estudio sobre el cuello de botella demográfico hace un millón de años revela cómo la migración masiva de nuestros antepasados hacia nuevos territorios fue fundamental para evitar la extinción de la humanidad.
Un estudio revela que hace 900 000 años, la población humana en la Tierra se redujo drásticamente a solo unas 1.300 personas, casi llevando a la extinción a nuestros antepasados. Sin embargo, la clave para evitar este destino catastrófico fue la migración hacia nuevos territorios, según investigadores de las universidades de Milán y Columbia.
Este "cuello de botella demográfico", causado por una gran glaciación que redujo la población casi en un 99%, planteó interrogantes sobre cómo la humanidad logró prosperar. La migración masiva fue posible gracias a cambios climáticos que abrieron nuevas vías terrestres entre África y Eurasia, impulsando a los pobladores de África a buscar nuevos territorios.
El descubrimiento de evidencia de actividad humana hace 900 000 años en Eurasia coincide con el período del cuello de botella demográfico, sugiriendo que la migración y la reducción drástica de la población ocurrieron simultáneamente.
Este fenómeno, junto con el brutal descenso de la población debido a la primera glaciación del Pleistoceno, señala cómo la inmigración desempeñó un papel crucial en la supervivencia de la humanidad en un momento crítico de su historia.
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