En año de elecciones presidenciales, el mandatario estadounidense ofrece un alivio potencialmente beneficios a cientos de miles de inmigrantes sin estatus legal en el país.
En un movimiento estratégico durante un año electoral, Joe Biden anunció medidas para ofrecer alivio a cientos de miles de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. Esta iniciativa surge tras la reciente y polémica represión en la frontera sur, que enfureció tanto a defensores de derechos migratorios como a numerosos legisladores demócratas.
Las encuestas revelan que la inmigración es una de las principales preocupaciones de los votantes de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. En respuesta, la Casa Blanca ha informado este martes que la administración Biden permitirá que ciertos cónyuges de ciudadanos estadounidenses sin estatus legal soliciten la residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía.
Requisitos y beneficiarios
Para ser elegibles, los inmigrantes deben haber residido en Estados Unidos durante al menos 10 años hasta el lunes pasado (17 de junio) y estar casados con un ciudadano estadounidense. Si sus solicitudes son aprobadas, estos inmigrantes tendrán tres años para obtener una Green Card, recibir un permiso de trabajo temporal y estar protegidos de la deportación mientras tanto.
La Casa Blanca estima que más de 500 mil cónyuges de ciudadanos estadounidenses se beneficiarán de esta medida, junto con 50 mil jóvenes menores de 21 años cuyos padres están casados con un ciudadano estadounidense.
Detalles del anuncio
El presidente Biden, consciente de las críticas, instó a quienes consideran la medida demasiado estricta para tener paciencia. "En las próximas semanas, hablaré sobre cómo podemos hacer que nuestro sistema de inmigración sea más justo y equitativo", afirmó.
Altos funcionarios de la administración anticipan que el proceso estará abierto para solicitudes a finales del verano, aunque las tarifas de solicitud aún no se han determinado.
El anuncio se produce en el marco del decimosegundo aniversario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, siglas en inglés), una iniciativa de la era Obama que ofrecía protección contra la deportación y permisos de trabajo temporales para jóvenes inmigrantes sin estatus legal. DACA protegió en su momento a más de 530 mil inmigrantes conocidos como Dreamers.
Reacciones y contexto
Claudia Zúniga, de Houston, cuya familia se ha visto afectada por las políticas migratorias, expresó a la BBC su esperanza de reunirse con su esposo, quien tuvo que regresar a México para esperar el tiempo necesario para regresar legalmente. "Mi esposo podría estar con nosotros. Podríamos centrarnos en el bienestar de nuestros hijos", dijo Zúniga.
Biden también anunciará nuevas regulaciones que facilitarán a ciertos beneficiarios de DACA y otros jóvenes inmigrantes calificar para visas de trabajo más estables, ofreciendo una protección más sólida que los permisos de trabajo actuales de DACA.
La política de Biden se basa en la autoridad utilizada previamente por los presidentes George W. Bush y Barack Obama para permitir la "libertad condicional vigente" a familiares de militares, un proceso que permite a los inmigrantes seguir el camino hacia la residencia permanente sin salir del país.
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Críticas y fesafíos
El anuncio llega dos semanas después de que Biden revelara una estricta represión en la frontera entre Estados Unidos y México, deteniendo efectivamente las solicitudes de asilo para quienes llegan entre puertos de entrada oficiales. Esta medida ha sido objeto de demandas por parte de grupos de derechos de inmigrantes.
Por otro lado, NumbersUSA, una organización que aboga por controles de inmigración más estrictos, calificó la nueva política de "desmedida". Su director ejecutivo, James Massa, criticó la medida como una extralimitación de la autoridad ejecutiva del presidente, afirmando que el mensaje de amnistía está disponible para quienes ingresan ilegalmente a Estados Unidos.
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