Trump firmó una orden ejecutiva que permitiría albergar hasta 30 mil inmigrantes indocumentados en la base naval de Guantánamo, generando críticas de organismos de derechos humanos.
La administración de Donald Trump tomó una decisión que ha reavivado el debate sobre la prisión de Guantánamo. Con una orden ejecutiva, el mandatario autorizó el uso de la base naval ubicada en Cuba para albergar hasta 30 mil inmigrantes indocumentados. La medida ha generado reacciones inmediatas por parte de organizaciones de derechos humanos, que han denunciado las condiciones en las que han permanecido prisioneros en ese lugar.
Desde su apertura en 2002, la prisión de Guantánamo ha estado en el centro de la controversia por las condiciones de detención y la falta de garantías legales para los internos. Inicialmente, fue concebida como un centro de reclusión para sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre, pero con el paso del tiempo, ha sido objeto de críticas por violaciones a los derechos humanos y la práctica de la detención indefinida.
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Un centro marcado por denuncias de tortura
Uno de los mayores cuestionamientos a la prisión de Guantánamo es el trato a los detenidos. Diversos informes han documentado prácticas de tortura, como el "submarino" (waterboarding) y la privación del sueño durante los interrogatorios. Organismos de derechos humanos han denunciado reiteradamente que la falta de procesos judiciales y la detención indefinida vulneran la justicia internacional.
Según cifras oficiales, desde su inauguración han pasado por la prisión aproximadamente 779 personas, de las cuales solo quedaban 39 en 2022. La administración de Barack Obama intentó cerrar el centro sin éxito, mientras que la de Trump defendió su existencia e incluso firmó la orden para mantenerlo operativo.
La justificación de Trump
El presidente Donald Trump argumentó que Guantánamo podría ser utilizada como un centro de detención para inmigrantes indocumentados que intentan ingresar a EE. UU. Según sus declaraciones, algunos de ellos representarían un peligro para la seguridad nacional y no podrían ser devueltos a sus países de origen.
La orden ejecutiva instruye al Departamento de Defensa y al Departamento de Seguridad Nacional para preparar las instalaciones y gestionar la llegada de los inmigrantes. No obstante, la decisión ha generado un fuerte rechazo por parte de grupos defensores de los derechos humanos, que consideran que la medida expone a los inmigrantes a condiciones inhumanas y fuera del marco legal internacional.
Con este anuncio, el futuro de la prisión de Guantánamo vuelve a estar en el centro del debate político y humanitario. Mientras algunos sectores apoyan la medida como una solución para el control migratorio, otros la califican como una acción que perpetúa la vulneración de derechos en un centro de detención con un historial cuestionado.
Créditos vídeo: YouTube | @ElUniversalMex.
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