Una iniciativa legislativa busca imponer un 5% de impuesto a las remesas enviadas por inmigrantes desde Estados Unidos, lo que podría afectar a millones de familias latinoamericanas.
Una nueva propuesta presentada esta semana por legisladores republicanos ha generado preocupación entre comunidades inmigrantes en Estados Unidos. La iniciativa plantea aplicar un impuesto del 5% a todas las remesas enviadas desde el país hacia el extranjero, exceptuando aquellas realizadas por ciudadanos estadounidenses. De aprobarse, el impacto recaería directamente sobre trabajadores migrantes, quienes envían regularmente dinero a sus familias en América Latina y el Caribe.
Aunque la propuesta aún está en fase de discusión, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han manifestado su rechazo inmediato, advirtiendo que esta medida castigaría injustamente a quienes ya contribuyen a la economía del país.
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Críticas desde dentro y fuera del Congreso
El argumento detrás del proyecto se centra en generar ingresos para financiar medidas de seguridad fronteriza. Sin embargo, críticos advierten que un impuesto como este no solo reduciría el monto final que reciben millones de familias en el extranjero, sino que podría fomentar el uso de canales informales para el envío de dinero, aumentando los riesgos de fraude y evasión.
Algunos líderes políticos en América Latina, como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, han expresado preocupación por el impacto económico de la medida en sus países. Mientras tanto, en el Congreso estadounidense, legisladores demócratas han calificado la iniciativa como “punitiva” y contraria a los valores de justicia económica. El debate aún está abierto, pero ya comienza a movilizar a comunidades migrantes que ven en esta propuesta una amenaza directa a su capacidad de apoyar a sus seres queridos.
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