Con 51 votos a favor, el Senado aprobó un polémico presupuesto que permite acelerar las deportaciones y fortalecer el aparato militar estadounidense.
En una sesión cargada de tensiones partidarias, el Senado de Estados Unidos aprobó por estrecha mayoría un paquete legislativo que financia el plan de deportaciones masivas impulsado por Donald Trump. El proyecto, que obtuvo 51 votos a favor y 48 en contra, asigna U$D 175 mil millones para acelerar la expulsión de inmigrantes en situación irregular y otros U$D 175 mil millones para reforzar la infraestructura del Pentágono.
El proyecto se convirtió en un punto de ruptura entre demócratas y republicanos, no solo por su contenido migratorio, sino también por los recortes fiscales que incluye. Durante la jornada, se debatieron más de veinte enmiendas, pero solo se aprobó una: la que protege programas clave como Medicare y Medicaid. Las demás propuestas, que buscaban blindar derechos sociales o frenar el uso de tecnologías comerciales en el ámbito militar, fueron descartadas.
Te recomendamos
Trump busca cumplir sus promesas antes de las elecciones
El equipo de Donald Trump ha celebrado la aprobación del paquete, calificándolo como “grande y hermoso”. El financiamiento aprobado le permitiría implementar medidas de detención y deportación a gran escala, dirigidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en distintos estados del país. Se espera un aumento considerable de arrestos y traslados, como parte de una estrategia para mostrar resultados tangibles de sus promesas electorales.
Además de los fondos asignados para inmigración, el paquete contempla recursos para fortalecer la capacidad operativa del Pentágono, lo que ha sido interpretado como un intento de proyectar fortaleza internacional. A medida que se acercan las elecciones, Trump apuesta por mostrar mano dura tanto dentro como fuera de las fronteras.
Críticas a los recortes fiscales y su impacto social
Desde el Partido Demócrata, las voces críticas no se han hecho esperar. Denuncian que los recortes fiscales propuestos en el paquete benefician principalmente a los sectores más ricos y ponen en riesgo programas sociales que protegen a las poblaciones vulnerables. Entre los puntos que intentaron modificar sin éxito estuvieron la prohibición de recortes para los millonarios y la protección de fondos para la alimentación y servicios públicos esenciales.
Los demócratas también advirtieron que este paquete puede abrir el camino para futuras reducciones en programas como Medicaid y otras iniciativas clave para la seguridad social de millones de personas. A pesar de sus esfuerzos, ninguna de las propuestas en ese sentido fue aprobada durante el “voto-a-rama”.
Lo que implica una deportación en EE.UU.
El proceso de deportación en Estados Unidos sigue varios pasos establecidos por la ley migratoria. Comienza con la detención del individuo por parte de ICE, seguido por la notificación de una audiencia ante un juez. Durante esta audiencia se evalúa el caso y se toma una decisión: si la persona será deportada o si califica para algún tipo de alivio migratorio. En caso de que no esté de acuerdo con el fallo, el afectado puede apelar la decisión. Si la apelación fracasa, se ejecuta la deportación formal.
Este procedimiento puede extenderse durante meses o incluso años, lo que ha generado una sobrecarga en el sistema judicial migratorio. Con el nuevo presupuesto, se espera que se acorten estos tiempos y se aceleren las decisiones.
La autodeportación vuelve al discurso político
Una de las ideas que Donald Trump ha vuelto a poner sobre la mesa es la de la autodeportación. Esta medida permitiría que los inmigrantes indocumentados regresen voluntariamente a sus países de origen sin pasar por todo el proceso judicial. Aunque no está oficialmente reconocida en las leyes estadounidenses, en la práctica algunos inmigrantes ya optan por este camino para evitar antecedentes migratorios o sanciones.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos han alertado que este tipo de medidas podrían presionar emocionalmente a los inmigrantes para que abandonen el país sin el debido acompañamiento legal, y sin evaluar correctamente las consecuencias personales y familiares de esa decisión.
La aplicación de este nuevo plan aún debe definirse en detalle, pero ya genera inquietud entre comunidades inmigrantes, activistas y analistas políticos, que ven en su implementación una muestra del endurecimiento de la política migratoria en pleno año electoral.
Créditos vídeo: YouTube | @BBCMundo.
Video recomendado
Comparte esta noticia