Los perros de la CBP olfatearon algo sospechoso y llevaron a la sorprendente detención de una abuela y su nieto en la frontera de Estados Unidos.
Una abuela que viajaba con su nieto fue detenida por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) cuando intentaba cruzar la frontera en su auto.
Todo parecía normal hasta que uno de los perros entrenados por la propia agencia detectó algo sospechoso en el vehículo, lo que encendió las alertas de inmediato.
Al revisar con más detalle, los oficiales de la CBP encontraron un artículo prohibido escondido en el auto. Así, gracias al olfato de los perros, el caso quedó al descubierto y ambos fueron detenidos en el lugar.
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Perro de la CBP provocó el arresto de una abuela y su nieto
Lo que parecía un viaje más en la frontera entre México y Estados Unidos terminó en una inesperada detención. Una abuela de 55 años, ciudadana americana, fue arrestada por intentar cruzar a El Paso, Texas, con más de 32 kilos de metanfetamina escondidos en su auto. Lo más sorprendente es que no viajaba sola: también iba su nieto adolescente, lo que llamó aún más la atención de los agentes de la CBP.
El intento de cruce ocurrió por uno de los puertos de entrada de El Paso. Sin embargo, gracias al gran olfato de los perros que entrena la CBP, los oficiales descubrieron que en el panel trasero del Honda Accord 2006 había algo sospechoso. Al revisar a fondo, encontraron 57 paquetes llenos de una sustancia que resultó ser metanfetamina. De inmediato, la droga fue incautada y la mujer quedó bajo custodia.
Ray Provencio, director del puerto de El Paso, explicó que esta no es la primera vez que una persona mayor intenta pasar droga junto a un familiar. “Los contrabandistas emplean cualquier forma de engaño para camuflarse en el tráfico legítimo”, señaló, destacando que muchas veces los adultos mayores son utilizados por estas personas debido a generan menos sospechas en los controles fronterizos.
Ahora, tanto el vehículo como la droga quedaron en manos de las autoridades, y la mujer fue entregada al Departamento de Seguridad Pública de Texas para enfrentar los cargos correspondientes. El caso ha puesto en evidencia cómo las redes de tráfico de drogas recurren a tácticas cada vez más inesperadas, involucrando incluso a abuelas y nietos en operaciones arriesgadas con graves consecuencias legales.
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