Aunque los bebés nacidos en EE.UU. obtienen la ciudadanía, esto no significa residencia automática para los padres ni ausencia de consecuencias migratorias.
Cada vez más personas embarazadas viajan a Estados Unidos con la visa de turista B1/B2, sin imaginar las consecuencias legales que pueden enfrentar si dan a luz durante su estancia. Aunque el bebé obtiene automáticamente la ciudadanía estadounidense al nacer en suelo norteamericano, los padres no acceden a los mismos beneficios. Y, si no se planifica adecuadamente, el viaje puede tener consecuencias migratorias severas.
Uno de los factores más importantes que evalúan las autoridades es si el viaje fue financiado íntegramente por los padres, sin recurrir a servicios públicos del Estado. Si se detecta el uso de recursos como Medicare para cubrir el parto, se considera una violación directa a las condiciones de la visa, lo que puede conllevar su cancelación inmediata. La normativa sobre este tema es estricta y no admite excepciones.
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La ciudadanía del bebé no asegura beneficios inmediatos para los padres
Tener un hijo con ciudadanía estadounidense no garantiza que los padres obtendrán residencia en el país. De hecho, deberán esperar hasta que el menor cumpla 21 años para iniciar un proceso formal que les permita solicitar la residencia permanente. Durante ese tiempo, no existe ningún tipo de visa automática o puente legal que les otorgue derechos migratorios por el solo hecho de ser progenitores.
Asimismo, el gobierno de Estados Unidos ha mostrado una postura crítica hacia el llamado “turismo de maternidad”, que implica ingresar al país como turista con la intención de dar a luz. Las autoridades fronterizas tienen la facultad de interrogar a las personas embarazadas si sospechan que planean utilizar el sistema médico sin pagar, y negarles el ingreso en caso de inconsistencias.
El parto en EE.UU. requiere solvencia económica y asesoría legal
Quienes consideran dar a luz en Estados Unidos deben demostrar que pueden cubrir todos los costos asociados. Esto incluye no solo los gastos médicos, sino también alojamiento, transporte y alimentación durante el tiempo de estadía. Contar con un seguro médico internacional que cubra el parto es una medida crucial para evitar depender del sistema de salud pública, lo cual puede afectar negativamente el historial migratorio.
Además, es altamente recomendable buscar orientación legal antes del viaje. Un abogado especializado en migración puede asesorar sobre los riesgos y las implicancias de dar a luz en suelo estadounidense bajo una visa de turismo. Tener claro el marco legal no solo protege los derechos del bebé, sino también los de los padres.
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