El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos estaría trabajando en una tecnología de reconocimiento facial para recopilar y analizar fotos de los rostros de niños inmigrantes en la frontera.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) planea utilizar tecnología de reconocimiento facial para recopilar y analizar fotos de los rostros de niños inmigrantes en la frontera con el fin de mejorar esta tecnología.
De acuerdo a The Latin Times, la agencia aún no ha comenzado a recopilar datos bajo el programa propuesto, pero John Boyd, director asistente de la Oficina de Gestión de Identidad Biométrica (OBIM), dijo que no está claro hasta qué punto el plan ya se ha implementado.
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Los riesgos de implementar el reconocimiento facial en niños inmigrantes
La tecnología de reconocimiento facial (FRT) no se ha aplicado a niños, ya que los conjuntos de datos de rostros reales de niños son escasos y consisten en imágenes de baja calidad obtenidas de internet o en muestras pequeñas con poca o ninguna diversidad. Estas limitaciones reflejan las sensibilidades significativas en cuanto a la privacidad y el consentimiento cuando se trata de menores.
Boyd ayudó previamente a desarrollar los sistemas biométricos del Departamento de Defensa en Irak y Afganistán, donde reconoció que las personas carecían de las protecciones de privacidad que se habrían otorgado en muchos otros contextos.
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Más allá de las preocupaciones sobre la privacidad, la transparencia y la rendición de cuentas, algunos expertos también temen que se prueben y desarrollen nuevas tecnologías utilizando datos de una población que tiene poco recurso para proporcionar o retirar su consentimiento.
Boyd dijo que el plan para recolectar imágenes faciales de niños menores de 14 años es posible debido a la reciente "regulación en algunos componentes del DHS" que ha eliminado las restricciones de edad en la recolección de datos biométricos.
Pero desde entonces, el DHS ha comenzado a recolectar impresiones faciales, escaneos de iris y retina, e incluso ADN. La agencia también ha introducido nuevas formas de recopilar estos datos, incluyendo la recolección de huellas dactilares sin contacto.
“No es un accidente” que estas pruebas se realicen en el contexto de las zonas fronterizas, dijo Petra Molnar, autora de The Walls Have Eyes: Surviving Migration in the Age of AI, en diálogo con The Latin Times. Añadió que las fronteras son “el laboratorio perfecto para la experimentación tecnológica”, ya que la falta de supervisión permite al gobierno experimentar de maneras que “no se permitirían en otros espacios”.
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