Existe la creencia de que los menores de edad no acompañados son aceptados en Estados Unidos de inmediato y se les concede el asilo, pero ello no es así, señalaron expertos en migración.
En los últimos meses, los refugios en Tijuana, México, han experimentado un incremento en la llegada de menores de edad no acompañados.
Especialistas en inmigración explicaron a KTSM 9 News que esto se debe en parte a que muchos niños llegan a la frontera con la esperanza de ingresar a Estados Unidos, y cuando no lo logran, acaban en un refugio.
Enrique Lucero, director de la Oficina de Asuntos Migratorios en Tijuana, menciona que los padres también están enviando a sus hijos a la frontera antes que ellos, con la esperanza de reunirse en el futuro.
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“Los padres están dejando a sus hijos con sus abuelos, tíos y tías, y ellos van a Estados Unidos, pero a veces los familiares no pueden cuidar de los menores y terminan en refugios”, dijo Lucero. “Los menores, por su cuenta, también están abandonando hogares abusivos o tratando de escapar de padres adictos y terminan en ciudades como Tijuana”, agregó.
Briza Bentley Ramírez, directora de Servicios Familiares de Baja California, no tenía estadísticas sobre el número de niños que terminan en refugios en los últimos meses.
“También están apareciendo en el aeropuerto y en las estaciones de autobuses”, dijo. “A veces, los niños no llevan ningún registro médico, educativo o de otro tipo, por lo que tenemos que averiguar de dónde vienen mientras les proporcionamos alojamiento”, comentó.
Algunos niños reciben espacio en un refugio estatal en Tijuana, pero muchos también terminan en instalaciones en toda la ciudad.
Finalmente, los expertos señalaron que existe la creencia de que los menores no acompañados son aceptados en Estados Unidos de inmediato y se les concede asilo de forma más rápida.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés) señaló que los niños deben tener familiares en EE.UU. que se hagan responsables de ellos.
Durante el proceso de evaluación, la agencia de inmigración entrega a los menores al Departamento de Salud y Servicios Humanos, que intentará reunir a los niños con sus familiares; de lo contrario, podrían ser deportados.
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