Toyota responde a los nuevos aranceles de Trump con una millonaria inversión en su planta de Virginia, buscando mantener su competitividad y fortalecer la producción local.
Toyota Norteamérica anunció una inversión de 88 millones de dólares en su planta de Virginia, como parte de su estrategia para fortalecer la producción local. Esta nueva inyección de capital se suma a un acumulado de 2,800 millones de dólares destinados al desarrollo tecnológico y de infraestructura en dicha instalación.
El objetivo principal es iniciar la fabricación de transejes híbridos, componentes clave para vehículos eléctricos e híbridos, capaces de gestionar eficientemente la potencia entre el motor tradicional, el motor eléctrico y las ruedas. La producción comenzará a finales de 2026 y formará parte de los nuevos modelos de Toyota y Lexus diseñados para el mercado estadounidense.
La compañía subrayó su compromiso con un enfoque de manufactura local, apuntando a generar empleos, impulsar la economía regional y ofrecer productos adaptados a las necesidades del consumidor. Esta decisión también refleja una respuesta positiva a las políticas económicas del actual gobierno, que busca incentivar la inversión extranjera en suelo estadounidense.
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Toyota responde a presión arancelaria con mayor inversión en Estados Unidos
La estrategia comercial del gobierno de Donald Trump, centrada en nuevos aranceles de hasta el 25% para vehículos y autopartes importadas, comienza a mostrar efectos directos en la industria automotriz. Toyota, una de las principales automotrices extranjeras con presencia en EE.UU., anunció una nueva inversión en su planta de Virginia, como parte de su estrategia para fortalecer su producción local y mitigar el impacto de estas medidas.
Actualmente, la firma japonesa emplea a casi 50 mil personas en 11 plantas distribuidas en territorio estadounidense. La reciente inversión se da tras el anuncio oficial de la Casa Blanca sobre tarifas que afectan especialmente a importaciones provenientes de Japón, Corea del Sur, Alemania y China, mientras que componentes originarios de México y Canadá quedan exentos gracias al tratado comercial de América del Norte.
Con esta decisión, Toyota no solo busca mantener su competitividad frente a los nuevos aranceles, sino también reafirmar su compromiso con la economía local y el consumidor estadounidense.
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