¿Alguna vez te has preguntado qué distingue a un ciudadano americano de un residente permanente? Si no lo sabes, en esta nota te lo decimos.
Aunque ambos, los ciudadanos americanos y los residentes permanentes (Green Card), disfrutan de muchos derechos y privilegios en Estados Unidos, existen importantes diferencias en su estatus legal y las responsabilidades que conllevan.
Desde el derecho al voto hasta la posibilidad de patrocinio para familiares, las diferencias entre estos dos estatus son importantes para entender las implicaciones de vivir en el país. Dicho esto, aquí te mencionamos las principales distinciones.
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Principales diferencias entre un ciudadano y un residente
- Derecho al voto: Los ciudadanos estadounidenses tienen el derecho de votar en las elecciones federales, estatales y locales, participando activamente en la democracia. Sin embargo, los residentes permanentes no pueden votar en ninguna de estas elecciones.
- Protección y derechos legales: Los ciudadanos americanos gozan de protección total bajo la Constitución, incluyendo la seguridad de no ser deportados. Los residentes permanentes también tienen la mayoría de estos derechos, pero podrían enfrentarse a la deportación si cometen ciertos delitos graves o violaciones de las leyes migratorias.
- Duración de la residencia: La ciudadanía estadounidense es para toda la vida, sin necesidad de renovaciones. En cambio, los residentes permanentes deben renovar su tarjeta de residencia cada 10 años, aunque su estatus no depende de esa renovación. Sin embargo, si se ausentan del país por más de seis meses, podrían poner en riesgo su residencia.
- Posibilidad de patrocinar familiares: Los ciudadanos estadounidenses pueden patrocinar a una amplia variedad de familiares, como padres, hermanos e hijos adultos, para que obtengan la residencia permanente. Los residentes permanentes solo pueden patrocinar a su cónyuge e hijos solteros menores de 21 años, sin poder patrocinar a padres, hermanos ni hijos mayores.
- Viajes internacionales: Los ciudadanos americanos pueden viajar fuera del país sin permisos adicionales y regresar sin restricciones. Los residentes permanentes también pueden viajar, pero deben tener cuidado de no estar fuera por más de seis meses, ya que podrían perder su estatus de residencia.
- Acceso a ciertos trabajos: Los ciudadanos tienen acceso a una gama más amplia de trabajos, incluyendo aquellos que requieren autorización de seguridad federal. Los residentes permanentes pueden optar a la mayoría de empleos, pero ciertos trabajos relacionados con la seguridad nacional podrían estar fuera de su alcance.
- Proceso de naturalización: Un ciudadano americano ya tiene su estatus, mientras que un residente permanente puede solicitar la ciudadanía después de cumplir ciertos requisitos, como vivir en Estados Unidos durante un período determinado, generalmente cinco años (o tres años si está casado con un ciudadano estadounidense).
- Obligación de servir en jurados: Los ciudadanos americanos están obligados a servir en jurados si son convocados, mientras que los residentes permanentes no tienen esta obligación, aunque podrían ser convocados igualmente.
- Acceso a beneficios del gobierno: Los ciudadanos estadounidenses pueden acceder a todos los beneficios gubernamentales, incluyendo asistencia pública y programas de salud. Los residentes permanentes pueden acceder a muchos de estos beneficios, pero podrían tener restricciones, especialmente en algunos programas federales, según su tiempo de residencia.
Video: YouTube | Estudiando Con Fernando
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