¿Cuándo es buena idea aceptar la "salida voluntaria" de Estados Unidos si estás en proceso de deportación? Descubre en qué casos esta opción puede ser conveniente en la siguiente nota.
Aunque suene difícil de creer, estar en una situación en la que puedes ser deportado no siempre significa el fin del mundo. La ''salida voluntaria'' de Estados Unidos puede parecer una despedida obligada, pero en muchos casos, puede convertirse en una decisión estratégica que te ahorre serias consecuencias a futuro.
Aceptarla en el momento adecuado, por ende, puede evitarte una orden de deportación formal, facilitar un posible regreso más adelante e incluso proteger tus posibilidades de regularizar tu estatus. Dicho esto, aquí te explicamos cuándo conviene considerar esta opción y por qué, a veces, hacerlo también es parte de avanzar.
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Casos en los que te conviene aceptar la ''salida voluntaria''
A continuación, te mencionamos algunos de los principales escenarios en los que aceptar tu ''salida voluntaria'' de Estados Unidos puede ser tu mejor opción. Toma nota:
- Cuando no tienes opciones viables de defensa legal: Si, tras consultar con un abogado, descubres que no calificas para ninguna forma de alivio migratorio, como asilo, cancelación de deportación o ajuste de estatus, la ''salida voluntaria'' podría ser tu mejor alternativa. En lugar de enfrentar una orden formal de deportación, que podría afectar gravemente tus futuras oportunidades de ingresar a Estados Unidos, optar por la ''salida voluntaria'' te permite evitar este golpe a tu historial migratorio.
- Para evitar que la deportación quede registrada en tu historial: Una de las grandes ventajas de la ''salida voluntaria'' es que, a diferencia de una deportación formal, no queda registrada como una expulsión en tu expediente migratorio. Esto es crucial si en algún momento deseas regresar legalmente a Estados Unidos. Al evitar que se te marque como deportado, te ahorras la imposición de sanciones migratorias severas, como la prohibición de entrada durante 10 años.
- Cuando puedes costear tu regreso y organizarlo por ti mismo: Si tienes la capacidad económica para cubrir el costo de tu viaje y la posibilidad de organizar tu salida dentro del plazo otorgado (generalmente entre 60 y 120 días), aceptar la ''salida voluntaria'' te da más control sobre la situación. Puedes irte de una manera más digna y menos invasiva, sin la necesidad de ser escoltado por agentes migratorios. Además, te permite regresar al país de forma organizada, sin tener que esperar a que se dé un proceso más largo y complicado.
- Para preservar tus opciones de inmigración en el futuro: A diferencia de una deportación formal, aceptar la ''salida voluntaria'' no cierra las puertas a posibles trámites migratorios en el futuro. Si dejas el país sin una orden de deportación, es posible que puedas solicitar una visa o regularizar tu estatus más adelante sin tener que enfrentar las duras restricciones que aplican a quienes han sido deportados formalmente. Así, mantienes más opciones abiertas para un regreso legal.
- Cuando quieres evitar un largo tiempo de detención: Si decides aceptar la salida voluntaria en una etapa temprana del proceso, o al final de una audiencia con el juez, puedes evitar la espera en un centro de detención, que puede durar semanas o incluso meses. Además, te da la oportunidad de salir del centro rápidamente, sin los inconvenientes adicionales de una deportación forzada, que es un proceso mucho más largo y complicado.
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