La Green Card permite que un inmigrante permanezca en Estados Unidos sin la necesidad de un visado, así como la posibilidad de aplicar a apoyos económicos del gobierno.
Luego de haber llevado a cabo el trámite de la tarjeta de residencia permanente, conocida como Green Card, las personas aprobadas obtienen el derecho a residir y trabajar de manera legal en Estados Unidos. Sin embargo, es importante resaltar que en la mayoría de los casos ese no es el último paso a seguir.
De acuerdo al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (Uscis, por sus siglas en inglés), existen dos tipos de residencias permanentes, cada una con beneficios y obligaciones.
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Dos tipos de residencias permanentes
Residencia permanente legal
Conocida oficialmente como tarjeta de residente permanente, la Green Card brindará el derecho a vivir y trabajar permanentemente en Estados Unidos. Los pasos para solicitarla dependen de cada individuo, pues hay distintas circunstancias a través de las cuales puede obtenerse:
- A través de la familia.
- A través de un empleo.
- Inmigrante especial.
- A través del estatus de refugiado o asilado.
- Víctimas de trata humana y otros crímenes.
- Víctimas de abusos.
- A través de otras categorías.
- A través de registro.
Residencia permanente condicional
En este caso, la Green Card es válida únicamente por dos años, periodo tras el cual es necesario presentar una petición de renovación al menos 90 días antes de que caduque el plazo. De lo contrario, perderá su estatus de residente permanente y podrá ser removido de Estados Unidos.
Créditos: YouTube | @AbogadoJorgeRivera
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