Aunque casarse con un ciudadano estadounidense es visto como un camino relativamente directo para obtener la Green Card, el proceso puede ser muy largo y complejo.
Obtener la residencia permanente en Estados Unidos mediante el matrimonio, conocida como Green Card, es un beneficio para muchas parejas. Sin embargo, lo que muchas de ellas desconocen es que este proceso, que debería ser rápido y sencillo, puede prolongarse por varios años.
Cuando una persona se casa con un ciudadano estadounidense, la expectativa es que el proceso para obtener la residencia permanente sea más corto en comparación con otras vías. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Según la información proporcionada por la organización InmigrationHelp.org, el trámite puede tomar entre 15 meses y hasta 5 años.
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Uno de los factores que más influye en esta demora es la carga de trabajo que enfrenta el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis). Con un número creciente de solicitudes y un personal limitado, Uscis se ha visto abrumado, lo que ha causado retrasos significativos en la emisión de la Green Card.
Además, el proceso incluye varios pasos, como la verificación de la autenticidad del matrimonio, entrevistas personales, y la revisión exhaustiva de los antecedentes de la pareja, todo lo cual añade tiempo al procedimiento.
¿Qué tan extenso es el proceso de solicitud?
El portal InmigrationHelp.org hizo los cálculos:
El tiempo de procesamiento para ciudadanos estadounidenses que envían el Formulario I-130 para su cónyuge varía entre 13 y 54.5 meses.
El tiempo de procesamiento para residentes permanentes legales que presentan el Formulario I-130 para su cónyuge se encuentra entre 32 y 67.5 meses.
En promedio, el trámite del Formulario I-485 en 89 oficinas locales toma aproximadamente 20 meses.
Otro aspecto a considerar es la situación migratoria del solicitante. Por ejemplo, si la persona ya está en Estados Unidos con una visa temporal, el proceso podría ser más rápido en comparación con aquellos que residen fuera del país. Sin embargo, las circunstancias individuales, como el historial de inmigración o si se han cometido errores en la solicitud, también pueden afectar los tiempos de espera.
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