Especialista advierte que cuando un paciente siente molestias en los ojos la causa no siempre son los problemas refractarios, sino muchas veces obedece a enfermedades de fondo como ojo seco o catarata.
Adquirir y utilizar anteojos sin previa evaluación de un especialista puede agravar los problemas oculares en las personas, e incluso en aquellas que presentan enfermedades de fondo, como catarata, retinopatía diabética o glaucoma.
Así lo advirtió el doctor Enrique Montjoy Patroni, oftalmólogo del Ministerio de Salud (Minsa), quien indicó que las personas que acuden directamente a una óptica para medirse la vista corren el riesgo de que no se les diagnostique de manera temprana alguna enfermedad ocular de fondo que puede conducirles a la ceguera. Ello ocurre debido a que estos centros priorizan la venta de anteojos.
El también especialista del Instituto Especializado de Oftalmología (INO), recalcó que el oftalmólogo es el único que se encuentra facultado para prescribir el uso de lentes, con la medida y características adecuadas, las cuales dependen de la edad y de la necesidad del paciente.
Dijo que cuando un paciente siente molestias en los ojos la causa no siempre son los problemas refractarios, como la miopía, astigmatismo o hipermetropía, sino muchas veces obedece a enfermedades de fondo como ojo seco, catarata, glaucoma o retinopatía diabética; males que de no ser tratados a tiempo generan pérdida parcial o total de la visión.
El oftalmólogo determina la magnitud del vicio de refracción y entrega al paciente una receta para que acuda a una óptica a fin que le confeccionen los anteojos, trabajo que es realizado por un optómetra, cuya labor es complementaria al acto médico y no puede sustituirlo.
“La corrección del vicio refractivo realizado por el oftalmólogo busca el restablecimiento de la salud visual del paciente, mientras que la labor del optómetra se circunscribe a los aspectos comerciales (confección y venta de gafas); por lo tanto un optómetra no puede determinar si un problema ocular requiere tratamiento medico o quirúrgico”, enfatizó el especialista.
Desde su punto de vista esta situación es más delicada en los niños, quienes pueden presentar vicios de refracción encubiertos los cuales les provocan síntomas como dolor de cabeza, somnolencia, mareos y falta de atención, cuadros que requieren una evaluación del oftalmólogo para su diagnóstico.
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