La Sociedad Peruana de Pediatría advirtió que el premiar a los niños a cambio de que ingieran los alimentos resulta perjudicial porque aprenderán a manipular a sus padres.
Premiar a los niños a cambio de que ingieran alimentos resulta perjudicial porque aprenderán a manipular a sus padres, advirtió la Sociedad Peruana de Pediatría.
Al respecto el pediatra Oscar Aller explicó que un niño entre los 18 y 24 meses aprende a ser indiferente a la hora de comer con sus padres con el fin de llamar la atención, empleando ese momento como instrumento de manipulación.
Por ello, recomendó a los padres y personas a cargo de los menores tener paciencia a la hora de dar alimentos a niños pequeños inapetentes y que el tiempo permitido para la ingestión de alimentos en esas edades es de más o menos media hora.
Precisó que es importante evitar darles dulces pues el niño los reconoce de inmediato y luego es difícil que acepte otros sabores.
El especialista recordó a los padres que entre los 18 y 24 meses de vida los niños comen menos y que esta situación se repite entre 5 y 6 años en donde engordan entre 1 y 2 kilos por año.
"Es normal que el niño pequeño juegue con sus alimentos aunque se ensucie, además tratar de no hacerlo comer con la televisión y sobre todo no castigarlo o premiarlo con golosinas pues encontrarán mayor rebeldía", agregó.
Asimismo, dijo que un niño pequeño no tiene capacidad de ser anoréxico, pero que esta dolencia se puede presentar en niños mayores de 7 años influenciados sobre todo por la cultura diet que ven en casa pueden presentar cuadros de anorexia y bulimia.
-Andina-
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