Hay investigaciones que confirman que los millennials son más propensos a estresarse y no saben cómo manejarlo, lo que reduce su productividad laboral.
'Millennials' es un término que se usa para referirse a un grupo de personas jóvenes con fechas de nacimiento que oscilan entre los años 1980 y el 2000. Es decir, son un grupo de personas jóvenes que en la actualidad constituyen una de las principales fuerzas laborales en el mundo.
No obstante, estos jóvenes son muy propensos a experimentar una reducción de su productividad laboral. Y esto tiene una explicación. Según la Asociación Americana de Psicología (APA), los millennials experimentan mayor estrés y son menos capaces de manejarlo que ninguna otra generación. De hecho, más de la mitad admite haber tenido problemas para dormir en el último mes por culpa del estrés, y un 12% ha sido diagnosticado con un desorden de ansiedad.
Como ya es sabido, el estrés no solo afecta al bienestar y reduce la calidad de vida de las personas, sino que además afecta negativa y drásticamente a la productividad laboral, especialmente la de los millennials. Es por ello, el portal Forbes realizó una recopilación de estudios científicos y reveló cuáles son los 8 peores hábitos que producen ansiedad y estrés.
Dormir mal: Un estudio de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) descubrió que las horas de sueño insuficientes "pueden jugar un rol fundamental al afectar a regiones del cerebro que inciden en la preocupación excesiva", lo que genera ansiedad. Algunos malos hábitos de sueño son irse a dormir a una hora distinta cada día, no priorizar el sueño o utilizar el celular justo antes de dormir, algo muy característico de los millennials.
Malos hábitos alimenticios: Esperar mucho para comer, saltarse el desayuno, comer mucho de noche o comer a deshoras genera una reducción drástica de los niveles de azúcar, lo que produce ansiedad que asu vez dificulta la concentración para realizar tareas. Hay que seguir buenos hábitos alimenticios.
Exceso de cafeína: Si bien es cierto que la cafeína nos mantiene despiertos y alertas, lo que eleva nuestra productividad a corto plazo, también hace a las personas más irritables y nerviosas, especialmente a quienes ya de por sí son ansiosas.
El smartphone: Según un estudio de la Universidad de Baylor, los estudiantes americanos pasan una media de 9 horas al día con el celular. La exposición prolongada a pantallas luminosas aumenta la excitación del sistema nervioso central, multiplicando la ansiedad. Asimismo, hay que recordar que se ha comprobado que los usuarios excesivos de redes sociales tienen más riesgo de padecer depresión. Cabe recordar que los nillennials se caracterizan por ser asiduos usuarios de smartphones y redes sociales.
El sedentarismo: El riesgo de padecer ansiedad es directamente proporcional a las horas que pasamos sentados en una silla, asegura un estudio de BMC Public Health. Aunque la naturaleza de tu trabajo sea sedentario, procura levantarte y caminar un poco cada hora. También intenta hacer algo de ejercicio en tu tiempo libre.
No separar el trabajo de la vida personal: Los millennials tienden a sentir ansiedad cuando el trabajo interfiere en sus vidas privadas. De hecho, un informe de Bensinger, DuPont & Associates (BDA) asegura que "los millenials no creen que la productividad pueda medirse por el número de horas empleadas en la oficina, sino por el resultado de la actividad. Para ellos el trabajo es una ‘cosa’ no un ‘lugar’, por lo que, aunque salgan de la oficina, continúan trabajando".
Ver mucho Netflix: Un reciente estudio reveló que las personas se sienten más deprimidas y ansiosas después de dos horas de ver televisión. Otro estudio afirmó que las personas estresadas suelen pasar más horas frente a la televisión u computadora que las que no lo están. Si bien descansar y relajarse viendo una serie puede reducir la ansiedad en el corto plazo, sus efectos positivos son mínimos en comparación con otras actividades como el ejercicio físico.
Rodearse de personas estresadas: Aunque una persona estresada pueda entender tu situación a la perfección, hay estudios que muestran que rodearse de gente estresada aumenta tus posibilidades de estarlo, una conclusión que coincida con la de otro estudio que asegura que las expresiones faciales se pueden contagiar. Recuerda que la ansiedad generada por estrés está implicada en el desarrollo de enfermedades del corazón, migrañas, trastornos respiratorios crónicos y enfermedades gastrointestinales.
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