Comer no siempre es sinónimo de alimentarse
¿Te sientes cansado todos los días a pesar de dormir 8 horas y comer tres veces al día? La razón puede estar relacionada con el exceso de comida industrializada que consume, en detrimento de la comida fresca, así como el consumo de antibióticos y el estrés.
La falacia del azúcar. Ana Molina, en su libro “Lo saludable de los alimentos” explica este concepto. “Cuanto mayor sea el nivel de estrés de un individuo, mayor será la cantidad de nutrientes que deberá ingerir para compensarlo. Si mi cuerpo me pide azúcar, me quiere decir que estoy cansado o que no he tomado los suficientes hidratos de carbono para que me den energía.” La nutricionista pone el ejemplo de desayunar un pastel de chocolate versus desayunar avena y frutos secos. Mientras que la energía del pastel se agotará en dos horas, la energía de la avena permanecerá más tiempo, y evitará que tengamos hambre. Al ingerir el primer tipo de alimentos, estamos engañando a nuestro cuerpo, sin embargo, el exceso de azúcar se acumulará en forma de grasa.
Los antinutrientes. La especialista también explica que existen algunas sustancias naturales o químicas que dificultan o interfieren en la absorción de otros nutrientes. “Los oxalatos –contenidos en vegetales de hojas verdes- dificultan la absorción de algunos minerales como el calcio. No se recomienda mezclar en un palto espinacas con queso.” Asimismo, factores que influyen de forma indirecta en la absorción de nutrientes a nivel intestinal ya que pueden alterar la flora como el estrés, la toma de antibióticos o el consumo de alimentos procesados y carnes de baja calidad.
Recomendaciones. Finalmente, la nutricionista recomienda hacer ejercicio, evitar las grasas saturadas (carnes rojas, frituras, y productos refinados), e intentar que el azúcar que comamos provenga de frutas (plátano, mango, chirimoya), frutos secos (dátiles, pasas, higos), o de postres caseros.
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