Este bajo peso es una manifestación de la desnutrición in útero, ocasionada principalmente por la baja ingesta de micronutrientes en la gestante.
Los niños con bajo peso al nacer, una de las principales consecuencias de la desnutrición in útero, tienen 30 veces más probabilidades de morir antes del año, y aquellos que superan la infancia están privados o disminuidos en su capacidad de su pleno desarrollo mental y físico, alertó el endocrinólogo y ex ministro de Salud, Eduardo Pretell Zárate.
“Los prematuros, e inclusive los niños que han cumplido los nueve meses en el vientre de la madre, que nacen con un peso menor a los 2 kilos y medio, tienen 30 veces más probabilidades de fallecer por alguna infección o enfermedad pediátrica”, alertó.
El galeno explicó que este bajo peso es una manifestación de la desnutrición in útero, ocasionada principalmente por la baja ingesta de micronutrientes en la gestante.
“La desnutrición in útero se origina por la mala alimentación de la gestante, que conlleva a la baja ingesta de micronutrientes, como el hierro, vitamina A, así como yodo, siendo esta última la de mayor trascendencia por su efecto pernicioso sobre el desarrollo fisiológico y cerebral del embrión y feto”, subrayó el experto.
En ese sentido, invocó a las mujeres embarazadas, así como las que se encuentren dando de lactar, a consumir diariamente una dosis de yodo mínima de 250 microgramos al día.
“Ellas deben incluir en su dieta alimentos que contengan este micronutriente esencial, como el pescado y mariscos de mar, el yuyo o cochayuyo, con una ingesta de tres veces por semana como mínimo. Asimismo, consumir sal yodada con las comidas”, indicó.
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