Médico se tropezó, produciendo que la nevera que guardaba el corazón se abriera y cayera el órgano al asfalto, frente a la mirada atónita de miles de personas que seguían el traslado través de la prensa.
En México se vivió un momento “infartante”, cuando por la prisa de hacer llegar el corazón que era la esperanza de vida para un paciente de 20 años, médicos dejaron caer el órgano al suelo a la vista de todos los medios de prensa que cubrían el traslado.
Galenos bajaron a toda velocidad del helicóptero que los condujo hasta las inmediaciones del hospital La Raza, y junto con ellos bajó la nevera azul que guardaba el corazón, procedente de Guanajuato.
Mientras todas las cámaras de televisión seguían el traslado, un tropezón precipitó que el contenedor se abriera y cayera el corazón sobre el asfalto. Sin embargo, no sufrió daños ya que estaba protegido por un envoltorio especial.
"Fue un tropiezo con uno de los baches que hay en la calle", explicó el doctor César Villa, "fue un susto que nos llevamos, pero afortunadamente todo fue bien. Porque el corazón lo tenemos perfectamente protegido".
El órgano resistió el golpe y la operación se llevó adelante como estaba programada.