La Lone Star es la culpable de esa repentina intolerancia a la carne. En Long Island, Estados Unidos, ya se han reportado cerca de 200 casos.
La mordedura de una rara especie de garrapata puede hacer que una persona se vuelva alérgica a la carne, aunque la haya comido toda su vida sin ningún tipo de complicaciones.
En la zona de Long Island, en Estados Unidos, ya se han registrado cerca de 200 casos en los últimos tres años, según reportó la cadena NBC, y el número puede ir en ascenso.
Lone Star, con el nombre científico de Amblyomma americanum, es la culpable de esa repentina intolerancia a los productos cárneos.
Según explica la NBC, estos insectos albergan un azúcar que los humanos no tienen, llamada alpha-gal, que también se encuentra en las carnes rojas y algunos productos lácteos. Cuando alguien es picado por el arácnido, se produce una respuesta en el sistema inmunológico, que percibe el azúcar en el torrente sanguíneo y crea anticuerpos para combatirlo.
Es así que el organismo sufre una reacción alérgica cuando la persona vuelve a ingerir este azúcar a través de las carnes rojas.
Un caso fue el de la enfermera Louise Danzig, de 63 años, a quien tras varios exámenes le confirmaron que es alérgica a la carne. Danzig había sido picada por la garrapata días antes.
Erin McGintee, especialista en alergias del este de Long Island, afirmó que los síntomas pueden aparecer hasta ocho horas después de comer carne, y es una de las alergias más extrañas porque el culpable es un azúcar -que es un carbohidrato- y no una proteína, como en la mayoría de las alergias alimentarias.
Sobre la relación entre la garrapata y la intolerancia a los productos cárneos ya se ha publicado un estudio, y algunos investigadores creen que hay otros tipos de garrapatas que también pueden causar rechazo a la carne, ya que se han reportado casos en Australia, Francia, Alemania, Suecia, España, Japón y Corea.
Comparte esta noticia