Chicos desarrollan poca empatía o capacidad de ponerse en el lugar del otro, señala psicóloga Vivian Landázuri.
Los niños tienen ahora menos posibilidades de sociabilización. Antes las familias eran más numerosas y los chicos salían a jugar libremente al parque o a la calle. Ahora están más protegidos y las nuevas formas que tienen de relacionarse son a través de las tecnologías. Así lo señaló la psicóloga Vivian Landázuri.
“Al comunicarse a través de las tecnologías los chicos no logran entender qué es lo que piensa y siente el otro, no desarrollan la empatía que ayuda a que no se de la agresión entre ellos”, explicó, tras señalar que la agresión infantil no solo es lo física, sino verbal y pasiva, como agredir al otro con palabras, gestos o miradas.
Para Landázuri, quien es directora de Arcade, “el sentido de responsabilidad por el otro se ha perdido. Los chicos están muy preocupados por sí mismos, son muy egocéntricos y no les interesa mucho si su amiguito sufre o no. Eso hace que uno vea mayor indiferencia”.
Si bien existe una relación entre agresividad infantil y el uso de las tecnologías, dependerá mucho del número de horas que le dedique el niño y el tipo de juego que use. Por ello, la especialista recalcó la importancia que los padres controlen los estímulos agresivos que pueda recibir el menor.
¿Por qué hay niños más agresivos?
La crianza autoritaria o muy permisiva, es decir con pocos límites, puede ser una de las causas de la agresividad infantil. Además del entorno del niño, existen causas genéticas que hacen de los chicos personas más impulsivas, con poca tolerancia a la frustración, con baja autoestima o con deficiencias a nivel cognitivo.
Al respecto, Landázuri dijo que “hay chicos que llegan a ser agresivos porque no entienden las normas o procesos sociales y no saben cómo aplicar lo que se les dice”. Puede ocurrir también que el niño no rinde académicamente como la familia exige o como él mismo espera y puede tener reacciones impulsivas.
Por ello, recomendó a los padres o profesores no estigmatizar al niño y más bien entender qué frustración, angustia o tristeza hay detrás de las conductas violentas. “El problema de la agresión es cuando se desborda y el menor no logra contenerla dejando que sea la forma para expresarse sin medir las consecuencias”, dijo.
Claves para lograr el autocontrol del niño
- Tolerancia cero. No permitir ningún acto de agresión hacia uno o hacia otras personas. La permisividad no ayuda.
- Asumir las consecuencias. Si el niño agrede debe tener algún tipo de consecuencia y reparar la agresión con una conducta alternativa.
- Que el adulto ayude al niño a reconocer por qué está respondiendo de manera violenta. Debe comprenderlo pero a la vez ser firme en corregirlo.
- El adulto debe controlarse y no nunca reaccionar nunca de manera violenta.
- Tener normas claras en casa y en el colegio que le den seguridad al niño, pues sabe qué se espera o no de él y aprende un estilo de reacción.
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