Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
El Club de la Green Card
CBP y el trabajo ilegal: Lo que no debes hacer con tu visa de turista
EP 125 • 01:30
Letras en el tiempo
Los escritores y la botella
EP 37 • 38:22
Informes RPP
Esto fue lo que dejó la semana de Cumbre de Líderes de APEC 2024
EP 1215 • 09:06

Si siempre rompes la dieta, échale la culpa a tus genes

Estudio determinó que personal con el gen MCR4 alterado, tenían más predilección por las comidas grasosas. | Fuente: RPP

Según estudio, algunas personas están más predispuestas a comer grasa. Sin embargo, expertos defienden que los genes no son determinantes en el éxito de una dieta.

Todas las noticias en tu celular
¡Únete aquí a nuestro canal de WhatsApp!

¿Una y otra vez has vuelto a empezar la dieta? ¿Tus antojos son más fuertes que tu voluntad? Hasta ahora habrás creído que toda la culpa la tiene tu debilidad por ese trozo de pizza o esa hamburguesa con papas fritas, pero hay otro factor que quizá no estabas tomando en cuenta: la herencia genética.

Una reciente investigación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) evaluó a 54 voluntarios tentados a comer porciones de pollo con tres dosis distintas de grasa (alta, media y baja) sin que los participantes lo supieran.

Resultó que fueron 14 personas las que sucumbieron ante el tentador aperitivo y todos ellos tenían alterado el gen MCR4, una condición que ocurre en personas con obesidad severa.

De acuerdo al estudio publicado en la revista Nature, los participantes que presentaban el gen cambiado no tenían gusto por las grasa, pero de manera inconsciente tenían apetencia. "Ahí se refleja la dualidad de nuestro comportamiento alimentario, entre el ambiente (lo que podemos elegir) y la genética (apetito involuntario)", explica el biólogo español David de Lorenzo a Buenavida de Elpais.com.

Cerebro vs. Genes

Desde el cerebro también se activan las "alarmas" cuando se comen alimentos grasosos, pero se puede poner un alto. "Hay unas neuronas concretas en el hipotálamo que contribuyen a controlar la ingesta de grasas, y si una persona tiene problemas de obesidad mórbida porque consume mucha grasa, sería posible ayudarla, por ejemplo, actuando sobre las neuronas con un fármaco”, señala Javier Cudeiro, catedrático de Fisiología Humana y director del grupo de Neurociencia y Control Motor de la Universidad de A Coruña.

Se puede revertir el efecto genético con información, voluntad y salud mental.
Se puede revertir el efecto genético con información, voluntad y salud mental. | Fuente: RPP | Fotógrafo: Getty Images

Más armas

El estudio de la Universidad de Cambridge aún no es determinante, porque hay muy poca gente con la alteración genética que predispondría al consumo de comida grasosa. Pero sí está comprobado que en el sobrepeso y la obesidad existe un factor genético, según sostiene la licenciada en Nutrición y Dietética Sara Abu Sabbah. Ella afirma que pese a esa condición involuntaria, sí se puede revertir sus efectos con información, voluntad y salud mental. A continuación algunos consejos:

1. Evalúate a ti mismo. Pregúntate si tienes ansiedad por comer o falta de apetito. Debes descartar si existe un problema físico de fondo o un problema emocional que debes trabajar.

2. Asesórate con un especialista en nutrición. Necesitas una dieta saludable basada en tus estilos de vida y hábitos personales. Busca un profesional que sepa darte los mejores alimentos, en las variedades y cantidades que necesites.

2. Practica actividad física. Es totalmente falso que no combine bien con la dieta. Al contrario, ambos tienen un efecto enérgico mucho mayor; y ten en cuenta que el ejercicio beneficia a la salud mental.

Grasas

Recuerda que las hay de dos tipos: las que vienen de los animales y las que provienen de los vegetales. Las primeras hay que evitarlas en lo posible, "porque tiene mucha caloría y no benefician a nuestra salud".

En cambio, es mejor elegir el segundo tipo, que proviene del aceite de oliva, del sacha inchi, de las nueces, las almendras, de la palta, de las aceitunas o la soya.

Las frituras mejor evítalas, pero si las vas a consumir, procura que el aceite no humee y que sea de calidad.

Tags

Lo último en Comer bien

Lo más leído

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA