Los pacientes positivos para COVID-19 con antecedentes cardiovasculares tienen pronóstico reservado. Este 29 de setiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón.
Aunque el conocimiento acerca de la COVID-19 sigue en desarrollo, hay aspectos claves que estudios recientes han determinado y es el riesgo que tienen los pacientes de este virus con antecedentes de problemas cardiovasculares.
El doctor Enrique Ruiz, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología, comentó que la COVID-19 puede generar un proceso inflamatorio que por si mismo desarrolla problemas cardiacos en los pacientes sin ningún antecedente de este tipo; pero el riesgo se incrementa notablemente si es que dicho paciente ya padecía o sufría de enfermedades cardiovasculares.
Aunque en el país no se cuenta con datos específicos sobre la prevalencia de los problemas cardiovasculares entre los fallecidos por COVID-19, países como China han señalado que entre las muertes confirmadas por esta enfermedad, el 18% sufría de esta patología, mientras que cifras de Estados Unidos destacan que el 32% de los pacientes hospitalizados sufren de problemas cardiovasculares.
No obstante, el especialista advierte que las personas no deben confundir la posibilidad de contagio con los antecedentes de enfermedades.“Que una persona sea paciente cardiaco o hipertenso no se va a contagiar más rápido que una persona sana, el punto es que si una persona con antecedentes de problemas cardiacos se enferma de COVID-19 su pronóstico es más complejo, es decir tiene mayores posibilidades de complicaciones, y más aún si no está controlado“, comentó.
Las enfermedades cardiovasculares afectan las arterias del corazón y al resto del organismo, principalmente el cerebro, los riñones y los miembros inferiores. Las dolencias más importantes son: el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular (trombosis, embolia y hemorragia cerebral), por su alta prevalencia en el país.
Es por ello, y más aún en este periodo de pandemia, que resulta fundamental tomar conciencia sobre el cuidado del corazón y los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares, pues las patologías cardiovasculares pueden ser prevenibles si se incorpora hábitos saludables en nuestras vidas.
El especialista precisó que es prioritario tratar y disminuir los factores de riesgo que pueden llevar a un problema cardiovascular, control de hipertensión arterial, disminuir los niveles de colesterol, control de la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, suprimir: el tabaco, el sedentarismo, abuso de alcohol, ansiedad y estrés. La mayoría de los riesgos son modificables y se pueden prevenir a excepción de los problemas por carga genética, comentó.
La Organización Mundial de la Salud cree que más del 60% de la población mundial no es lo suficientemente activo. “Si la persona es físicamente activa, aumentará su esperanza de vida, independientemente de cualquier factor adverso heredado, pues la actividad física, a cualquier edad, protege contra una multitud de problemas de salud crónicos que incluyen muchas formas de enfermedad cardiovascular, protege regulando su peso, la presión arterial, los niveles de lípidos y niveles de glucosa en la sangre.
Los estudios demuestran que hacer más de 150 minutos (2 horas y 30 minutos) de actividad física moderada cada semana o una hora de actividad física todos los días reducirá su riesgo de enfermedad coronaria en aproximadamente un 30%, incluso si tiene factores de riesgo existentes para la enfermedad cardiovascular, si se mantiene activo, la evidencia sugiere que esto puede disminuir el riesgo de muerte prematura en comparación con personas inactivas sin factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Recomendaciones
Para mantener el corazón sano es necesario crear entornos cardiosaludables, tales como:
- Realizar chequeos preventivos: controles de glucosa, perfil de lipidos, ácido úrico, presión arterial.
- Evitar los factores de riesgo: Tabaquismo, alcohol, dietas inadecuadas,
- Caminar 60 minutos todos los días.
Se aconseja realizar chequeos periódicos en todas las persona mayor de edad que desean iniciar un plan de ejercicios o practicar deportes, y más importante si presentan síntomas probables de tener una enfermedad cardiovascular como: fatiga, palpitaciones, dolor de pecho, sensación de falta de aire durante sus actividades diarias, entre otros).
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