La presencia previa de enfermedades como sarampión o infecciones de VIH asintomáticas también aumentan el riesgo de que un niño contraiga neumonía.
La pediatra e investigadora de la universidad Cayetano Heredia, Theresa Ochoa, recordó que la neumonía no es una infección exclusiva de la temporada invernal y la gran herramienta para prevenirla es la vacuna contra el neumococo.
Según la OMS, la neumonía es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo y se calcula que mata cada año a 1.4 millones de niños menores de 5 años, lo que supone el 18 por ciento de todas las defunciones de niños menores de esa edad en el mundo.
La presencia previa de enfermedades como sarampión o infecciones de VIH asintomáticas también aumentan el riesgo de que un niño contraiga neumonía.
Entre los factores ambientales que aumentan la susceptibilidad de los niños a la neumonía se cuentan la contaminación del aire interior de las casas por el uso de leña como combustible para cocinar o calentar el hogar, habitar en viviendas hacinadas y el consumo de tabaco por parte de los padres.
La especialista destacó que la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida, el lavado de manos y la aplicación de las dosis completas de la vacuna contra el neumococo contribuyen a disminuir los cuadros de neumonía en niños menores de 5 años.
Actualmente, en Latinoamérica ya se está incorporando la vacuna Trecevalente, que protege de 13 de los 19 serotipos del neumococo que se consideran con mayor prevalencia.
Las vacunas contra el neumococo que adoptaron inicialmente las naciones de la región protegían contra siete de los serotipos detectados (en total son alrededor de 90), por ser la neumonía la principal causa de muerte en la infancia, no han cesado los esfuerzos por desarrollar vacunas que amplíen la protección.
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