Uno de los vicios adquiridos en la sociedad actual que influye en el aspecto de la piel es la llamada comida chatarra, revelan expertos.
La genética no es la única ni la mayor responsable de los signos de envejecimiento reflejados en la piel. Su contribución es de un 25%, mientras que otros factores externos, que de alguna manera se pueden controlar, influyen en el 75% restante. Así lo confirmó un estudio de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV).
El tabaco, por ejemplo, "es el vicio que más perjudica la piel", indicó Julián Conejo-Mir, representante de la AEDV. Según los estudios realizados hasta el momento, las mujeres fumadoras tienen un riesgo casi tres veces mayor de presentar arrugas que aquellas que no fuman.
"Arrugas prematuras en toda la cara, cabello reseco y quebradizo, piel poco hidratada o dificultad de cicatrización son algunas de las consecuencias de este hábito", agregó el experto.
Asimismo aseguró que el consumo alto de alcohol envejece la piel más rápidamente, especialmente el destilado.
"Afecta a las fibras de colágeno igual que el tabaco y las consecuencias son claras: cara contraída, demacrada y arrugada. La persona presenta mucho acne y al desarrollar un daño hepático, la piel se hace opaca y de un color pálido y amarillento", indicó Conejo-Mir.
Otro de los vicios adquiridos en la sociedad actual que influye en el aspecto de la piel es la llamada comida chatarra.
"La dieta rica en grasas saturadas e hipercalóricas afecta a la grasa de la piel, empeorando sobre todo el acne, la dermatitis seborreica y, por mecanismos inflamatorios, la psoriasis", explicó el dermatólogo.
"Aunque existen técnicas para tratar los signos del envejecimiento, no siempre se puede resolver una piel envejecida. Lo mejor es prevenir", concluye el especialista, quien, además asegura que en un 80% se trata simplemente de no fumar y no exponerse al sol excesivamente.
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