Un estudio de la Universidad de Nottingham encontró que reemplazar las gaseosas light por agua ayuda a bajar más de peso y mejora significativamente el control de la diabetes.
Un estudio realizado por investigadores británicos de la Universidad de Nottingham ha revelado que reemplazar las bebidas gaseosas light por agua puede tener un impacto significativo en el control de la diabetes y en la pérdida de peso.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación trabajó con 81 mujeres que ya tenían el hábito de consumir gaseosas light en lugar de agua. A estas participantes se les dividió en dos grupos: uno continuó tomando bebidas gaseosas light y el otro reemplazó esas bebidas por agua. El estudio se desarrolló durante un año y medio y los resultados fueron claros.
Las mujeres que tomaron únicamente agua lograron una pérdida de peso promedio de casi 7 kilos, mientras que aquellas que continuaron con las bebidas light solo bajaron alrededor de 4 kilos. No obstante, los investigadores también observaron una mejora notable en el control de la diabetes: el 90 % de las mujeres que bebieron agua lograron una remisión de la enfermedad, en comparación con apenas el 45 % de quienes tomaron gaseosas light.
Además, el grupo que reemplazó las bebidas light por agua mostró mejores resultados en varios indicadores de salud: índice de masa corporal, niveles de azúcar en ayunas y después de las comidas, insulina, triglicéridos y resistencia a la insulina. Estos hallazgos refuerzan la idea de que el tipo de bebida que se consume diariamente puede tener efectos más profundos de lo que comúnmente se cree.
Los autores del estudio concluyen que estas evidencias desafían la creencia general de que las bebidas dietéticas son inocuas. En realidad, señalan que este tipo de gaseosas pueden activar el centro del apetito en el cerebro, lo que provoca un aumento del consumo de alimentos. Esto dificulta tanto el control del peso como el manejo de la diabetes, en contraste con el efecto regulador del agua.