La fama de los videojuegos siempre ha rondando por la cabeza de los más mayores como un elemento negativo en la educación, sin embargo no necesariamente es así.
Los videojuegos pueden darle al niño “un estímulo, una respuesta rápida, tomar decisiones, agilidad mental, potenciar un nivel sensorial interesante, manejar una serie de variables al mismo tiempo que le dan una apertura especial”, señaló a RPP Noticias la psicóloga educacional Patricia Espinosa de Bambarén.
Precisó que para obtener estos beneficios dependerá de cómo se usen los videojuegos, es decir, su contenido (evitar que sean violentos o con contenido sexual), el tiempo que se le dedica, y el contexto en que le dan el videojuego al niño.
Además, recomendó tener “mucho cuidado con lo que puedan bajar de Internet. Los padres tienen que estar mucho más alertas, pues hay muchos videojuegos que no están patentados por ninguna empresa y que son muy dañinos”, precisó Espinosa.
Recomendaciones para los padres
- Que les enseñen a los chicos a tomar conciencia cuando un contenido es bueno o malo.
- Cuando son más pequeños enseñarles a dosificar el tiempo para dedicarle a los videojuegos y también propiciar otro tipo de actividad familiar que se ha dejado de lado.
- No jugar a los videojuegos todos los días ni tener un horario porque podría generar una rutina y luego un vicio en el menor. Es mejor plantearles una cantidad de tiempo a la semana.
- Cuando son pequeños (a partir de los 3 años) que los padres jueguen con ellos o participen del videojuego. A los 5 o 6 años que el padre sepa qué juegos está jugando el niño.
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