A propósito de la semana del Paciente Reumático, la detección temprana y la prevención de estas enfermedades ayudarán a aumentar su expectativa de vida.
Hoy en día, los niños también pueden padecer de reumatismo; es por ello que, existen protocolos de diagnóstico más temprano, que permite un manejo precoz, y menos riesgo de complicaciones tardías, destaca el doctor Cesar Ugarte, reumatólogo de la Clínica Javier Prado.
Además, mencionó con el avance de los medicamentos, existen tratamientos biológicos, que pueden funcionar en pacientes con fracaso a terapia convencional.
Las enfermedades reumáticas afectan el sistema músculo esquelético, atacando articulaciones, huesos, ligamentos, músculos y tendones.
Entre los tipos de reumatismo se encuentra las inflamatorias como la artritis reumatoide, gota, espondiloartritis, tuberculosis osteoarticular, artritis reumatoide juvenil, lupus, vasculitis etc. Y las no inflamatorias como, lumbalgia, cervicalgia, tendinitis, fibromialgia, osteoporosis, entre otros.
“El dolor es el síntoma más frecuente que puede ser ocasional o continuo. Puede aparecer en el ejercicio o reposo, entre otras características”, destaca el doctor Ugarte.
Si se presenta algún tipo de dolor crónico en el cuerpo por más de seis semanas lo más recomendable es acudir a una consulta con el reumatólogo para descartar alguna enfermedad reumática.
Ugarte, señala que entre los factores que predisponen la aparición de las enfermedades reumáticas se encuentran para las del grupo no inflamatorio el estilo de vida como el sedentarismo, las posturas, la alimentación que podrían ocasionar a la larga osteoporosis, que es una enfermedad silenciosa que la padece una de cada tres mujeres después de los 50 años.
Y en el inflamatorio intervienen los factores genéticos, ambientales como las infecciones y el tabaquismo.
El especialista recomienda que para prevenir la aparición de éstas enfermedades se debe evitar el sobrepeso, el consumo de tabaco y alcohol, el consumo bajo de calcio y la vitamina D. Además, se debe modificar el estilo de vida a través de una dieta sana y balanceada; y realizar ejercicios regularmente.
Los tratamientos dependerán de la enfermedad reumática que posea. Puede incluir analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares, los cuales ayudarán a disminuir el dolor y la rigidez. En enfermedades reumáticas autoinmunes se puede utilizar corticoides e inmunosupresores.
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