Clínicas de reproducción asistida podrán mejorar métodos de selección de embriones que implantan a mujeres que deciden someterse a una fecundación in vitro para embarazarse.
Gracias a este sistema, las clínicas de reproducción asistida podrán mejorar los métodos de selección de los embriones que implantan a mujeres que deciden someterse a una fecundación in vitro para quedarse embarazadas.
Los científicos filmaron embriones durante los días posteriores a que se produjera la fecundación en busca de instantáneas que permitieran deducir cuáles de los zigotos con dos días se desarrollarían hasta ser un blastocito, etapa embrionaria que tiene lugar 5 ó 6 días después de la fecundación y antes de que se produzca la implantación en el endometrio.
Los investigadores observaron que había ciertas características que se repetían en aquellos embriones que acababan llegando a la etapa conocida como blastocito.
En primer lugar, los embriones pasaban por una fase de citocinesis, cuando se produce la división del citoplasma, de una duración de entre 0 y 33 minutos.
Además, registraron intervalos de entre 7,8 y 14,3 horas entre la primera y la segunda mitosis -división en la que se produce un reparto equitativo del material genético y que es el fundamento del crecimiento- y un intervalo de entre 0 y 5,8 horas entre la segunda y la tercera.
Otra de las conclusiones a las que llegaron es que las células individuales de un mismo embrión contienen diferentes tipos de expresiones genéticas, con algunas células que conservan transcripciones heredadas por vía materna a través de los óvulos, mientras que otras células tienen expresiones genéticas adquiridas durante el desarrollo embrionario.
Si este método no invasivo de seguimiento del desarrollo embrionario se llegara a utilizar en los tratamientos de fecundación in vitro, se multiplicarían las posibilidades de que se produjera un embarazo tras la implantación del zigoto.
EFE
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