Recomiendan a padres preferir el diálogo antes que las órdenes y usar un lenguaje más positivo que negativo hacia sus hijos.
Los padres tienen un rol clave para evitar que sus hijos ejerzan el bullying contra sus compañeros de clases, esta es al conclusión de un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Académica de Pediatría que se desarrolla en Denver, Estados Unidos.
Los investigadores usaron algunos datos de la Encuesta Nacional de Salud Infantil sobre prevalencia de bullying que se realizó en este país desde 2003 a 2007. Además, estudiaron cuáles son los factores que aumentan la probabilidad de que un niño ejerza la agresión.
Uno de estos factores es la relación padre-hijo. "Preguntamos a los padres si se sentían frecuentemente enojados por el comportamiento de sus hijos y los que respondían que sí tenían más probabilidades de que sus hijos fueran agresores", explica a La Tercera Rashmi Shetgiri, autora del estudio.
Los hijos de madres que presentan episodios de estrés y depresión también tienen mayor riesgo de ejercer este tipo de agresiones. En estos casos, la investigadora recomienda a los padres moderar su actitud frente a sus hijos para evitar traspasarles el enojo.
Se debe optar por el diálogo antes que por las órdenes y propiciar un lenguaje más positivo que negativo. Si es necesario, ir a un especialista que ayude a mejorar su trato.
El estudio de Shetgiri encontró otro aspecto que puede evitar que los hijos se conviertan en matones: que los padres conozcan a los amigos reduce la probabilidad de que ejerzan el bullying.
"Tiene que ver con el hecho de que conocer a los amigos del hijo significa tener más oportunidades para conversar y comunicarse con él", dice la investigadora. Además, esto permite saber si el hijo está siendo influenciado por pares que promuevan el uso de la violencia.
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