Las compras motivadas por el pánico inicial en los países benefició a la industria farmaceútica en unos 6.000 millones de euros.
La gripe A cumple mañana un año desde que se convirtió en pandemia, con los temores sobre su peligrosidad ya despejados, pero arrastrando una polémica por el extendido fracaso de las campañas de vacunación y la eventual injerencia de los intereses comerciales en esta crisis sanitaria.
Transcurrido un año, el comportamiento del virus AH1N1 ha podido ser observado en las temporadas gripales de los dos hemisferios, donde sus consecuencias han sido incluso más leves que las de la gripe estacional.
Coincidiendo con este primer aniversario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy un documento en el que, en su descargo, insiste en varias características que hacían temible a ese virus.
Menciona, entre otras, que el AH1N1 tiene una composición genética única que combina virus de la gripe porcina, aviar y humana; y que durante su propagación mostró patrones diferentes a los de epidemias de gripe estacional, como "altos niveles de infección durante el verano" en países del hemisferio norte.
También señala que una causa frecuente de muerte relacionada con la gripe A era la neumonía viral, difícil de tratar, "mientras que en epidemias estacionales la mayoría de casos de neumonía están causados por infecciones bacterianas secundarias que responden bien a los antibióticos".
Estas y otras razones han llevado a la OMS a decidir que es necesario mantener por ahora la alerta pandémica, una situación que será evaluada nuevamente el próximo mes.
Las críticas, sin embargo, no dejan de caer contra el organismo sanitario desde hace algunos meses. La primera que caló en la opinión pública y en la prensa fue la del epidemiólogo y presidente de la Comisión de Salud del Parlamento del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, quien acusó directamente a la OMS de haberse dejado influir por la industria farmacéutica en sus decisiones sobre la pandemia.
A esto se ha sumado esta misma semana la publicación de la investigación realizada por una prestigiosa publicación médica que aluden a que aparentes intereses comerciales pueden haberse interpuesto en ciertas decisiones relacionadas con la pandemia y que la OMS generó temores injustificados.
A pesar de ello, las campañas de inmunización contra la gripe A fracasaron en mayor o menor medida en prácticamente todos los países donde se pudieron lanzar.
Varios países europeos se quedaron con decenas de millones de dosis y algunos, como Francia, lograron renegociar sus contratos con las farmacéuticas proveedoras, aunque a costa de asumir importantes pérdidas.
La medida de las pérdidas la acaba de dar Hong Kong al anunciar que tendrá que deshacerse de 2,8 millones de vacunas -de un total de 3 millones compradas- que expiran en octubre.
Lo cierto es que se calcula que el pánico inicial y la voluntad de los gobiernos de dotarse lo más pronto posible de reservas de vacunas, así como de medicamentos, para proteger a su población resultó en beneficios adicionales de unos 6.000 millones de euros para la industria farmacéutica.
En tanto, el documento divulgado hoy por la OMS recalca que "los potenciales conflictos de interés son inherentes a toda relación entre una entidad normativa y de fomento a la salud, como la OMS, y una industria orientada a la obtención de beneficios".
Recuerda que tanto una como otra buscan la opinión de científicos eminentes y que, por tanto, "muchos expertos que brindan su consejo a la OMS tienen vínculos con la industria, los que van desde financiación para investigaciones, consultorías pagadas y participación en conferencias".
Sin embargo, la OMS se cura en salud señalando que cuenta con un sistema para protegerse de consejos influidos por intereses comerciales, basado en la obligación de todos los expertos de declarar sus intereses profesionales o financieros cuando participan en un equipo de consultoría.
Pese a estas explicaciones, las dudas y las críticas persisten, en tanto que la temporada de gripe está a punto de iniciarse en el hemisferio sur y se espera el levantamiento de la declaración de pandemia para que la OMS difunda datos e informaciones que todavía mantiene en reserva. EFE
Transcurrido un año, el comportamiento del virus AH1N1 ha podido ser observado en las temporadas gripales de los dos hemisferios, donde sus consecuencias han sido incluso más leves que las de la gripe estacional.
Coincidiendo con este primer aniversario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy un documento en el que, en su descargo, insiste en varias características que hacían temible a ese virus.
Menciona, entre otras, que el AH1N1 tiene una composición genética única que combina virus de la gripe porcina, aviar y humana; y que durante su propagación mostró patrones diferentes a los de epidemias de gripe estacional, como "altos niveles de infección durante el verano" en países del hemisferio norte.
También señala que una causa frecuente de muerte relacionada con la gripe A era la neumonía viral, difícil de tratar, "mientras que en epidemias estacionales la mayoría de casos de neumonía están causados por infecciones bacterianas secundarias que responden bien a los antibióticos".
Estas y otras razones han llevado a la OMS a decidir que es necesario mantener por ahora la alerta pandémica, una situación que será evaluada nuevamente el próximo mes.
Las críticas, sin embargo, no dejan de caer contra el organismo sanitario desde hace algunos meses. La primera que caló en la opinión pública y en la prensa fue la del epidemiólogo y presidente de la Comisión de Salud del Parlamento del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, quien acusó directamente a la OMS de haberse dejado influir por la industria farmacéutica en sus decisiones sobre la pandemia.
A esto se ha sumado esta misma semana la publicación de la investigación realizada por una prestigiosa publicación médica que aluden a que aparentes intereses comerciales pueden haberse interpuesto en ciertas decisiones relacionadas con la pandemia y que la OMS generó temores injustificados.
A pesar de ello, las campañas de inmunización contra la gripe A fracasaron en mayor o menor medida en prácticamente todos los países donde se pudieron lanzar.
Varios países europeos se quedaron con decenas de millones de dosis y algunos, como Francia, lograron renegociar sus contratos con las farmacéuticas proveedoras, aunque a costa de asumir importantes pérdidas.
La medida de las pérdidas la acaba de dar Hong Kong al anunciar que tendrá que deshacerse de 2,8 millones de vacunas -de un total de 3 millones compradas- que expiran en octubre.
Lo cierto es que se calcula que el pánico inicial y la voluntad de los gobiernos de dotarse lo más pronto posible de reservas de vacunas, así como de medicamentos, para proteger a su población resultó en beneficios adicionales de unos 6.000 millones de euros para la industria farmacéutica.
En tanto, el documento divulgado hoy por la OMS recalca que "los potenciales conflictos de interés son inherentes a toda relación entre una entidad normativa y de fomento a la salud, como la OMS, y una industria orientada a la obtención de beneficios".
Recuerda que tanto una como otra buscan la opinión de científicos eminentes y que, por tanto, "muchos expertos que brindan su consejo a la OMS tienen vínculos con la industria, los que van desde financiación para investigaciones, consultorías pagadas y participación en conferencias".
Sin embargo, la OMS se cura en salud señalando que cuenta con un sistema para protegerse de consejos influidos por intereses comerciales, basado en la obligación de todos los expertos de declarar sus intereses profesionales o financieros cuando participan en un equipo de consultoría.
Pese a estas explicaciones, las dudas y las críticas persisten, en tanto que la temporada de gripe está a punto de iniciarse en el hemisferio sur y se espera el levantamiento de la declaración de pandemia para que la OMS difunda datos e informaciones que todavía mantiene en reserva. EFE
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