Un año después de producida la fractura, la tercera parte de pacientes fallece por las complicaciones del reposo prolongado.
Sin haber experimentado síntoma alguno, una de cada cinco mujeres mayores de 60 años en nuestro país estaría experimentando una fractura vertebral, lo que provoca no solo una pérdida progresiva de la talla, sino la temida formación de la joroba.
Para el doctor Luis Fernando Vidal, presidente de la Sociedad Peruana de Reumatología, las fracturas vertebrales presentan elevados índices de mortalidad y el mayor riesgo que presentan radica en su alta prevalencia.
“Una fractura vertebral incrementa en casi ocho veces el riesgo de que ocurran nuevas fracturas vertebrales. La fractura de cadera la más frecuente entre los pacientes que padecen osteoporosis, enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres mayores”, señaló el especialista.
Vidal menciona que un año después de producida la fractura, la tercera parte de pacientes fallece por las complicaciones del reposo prolongado, problemas respiratorios y cardiovasculares e infecciones y que tres años después el índice de mortalidad se eleva a cerca del cincuenta por ciento.
Indicó que el reconocimiento temprano y el tratamiento oportuno de la osteoporosis mejoran el pronóstico, pero es más importante prevenirla a lo largo de la vida.
Hay que prevenir de otro lado, ya que después de la menopausia, la mujer pierde hueso debido a la pérdida de hormonas sexuales, de modo que la cantidad de hueso que acumule antes de llegar a la menopausia es uno de los determinantes para prevenir la enfermedad.
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