La prevención del suicidio sigue siendo un desafío universal. Cada año, el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades.
La prevención del suicidio sigue siendo un desafío universal. Cada año, el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades. Es responsable de más de 800.000 muertes, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos.
Cada vida perdida representa al compañero, hijo, padre, amigo o colega de alguien. Por cada suicidio, aproximadamente 135 personas sufren un dolor intenso o se ven afectadas de alguna manera. Esto equivale a 108 millones de personas al año que están profundamente afectadas por la conducta suicida. Por cada suicidio, 25 personas hacen un intento de suicidio y muchos más tienen ideación suicida.
La conducta suicida es el resultado de una convergencia de factores de riesgo tanto genéticos, psicológicos, sociales y culturales, etc., a veces combinados con experiencias de trauma y pérdida. Las personas que se quitan la vida representan un grupo heterogéneo, con influencias causales únicas, complejas y multifacéticas que preceden a su acto final. Tal heterogeneidad presenta desafíos para los expertos en prevención del suicidio. Estos desafíos se pueden superar adoptando un enfoque multinivel y cohesionado para su prevención.
En este sentido sabemos que el suicidio es una reacción trágica a situaciones de vida estresantes; más trágica aún porque el suicidio puede prevenirse.
Reconocer conductas e ideas acerca del tema es vital para buscar ayuda profesional. Aprender a conocer los signos ayudará a darnos cuenta quien sufre esta enfermedad y cómo evitarla.
SIGNOS QUE NOS ADVIERTEN
* Hablar acerca del suicidio, por ejemplo, con dichos como “me voy a suicidar”, “desearía estar muerto” o “desearía no haber nacido”
* Obtener los medios para quitarse la vida, por ejemplo, al comprar un arma o almacenar pastillas (la más frecuente)
* Aislarse de la sociedad y querer estar solo.
* Tener cambios de humor, como euforia un día y descontento profundo el siguiente
* Preocuparse y pensar en la muerte, por morir o por la violencia.
* Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación (deudas, problemas emocionales, familiares, intrapersonales, bullying, incapacidad para disfrutar la vida, enamoramiento, entre otros)
* Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas
* Cambios de patrones de alimentación y sueño.
* Cambio de pensamiento, ideas, volviéndose distorsionados o incoherentes a la realidad, patrones de conductas desadaptativos.
* Regalar las pertenencias o poner los asuntos personales en orden cuando no hay otra explicación lógica para hacerlo.
* Despedirse de las personas como si no se las fuera a ver de nuevo. (cancelar redes sociales, o enviar mensajes de despedida)
* Manifestar cambios de personalidad o sentirse extremadamente ansioso o agitado, en especial cuando se tienen algunos de los signos de advertencia que se mencionaron con anterioridad.
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