¿Alguna vez has dicho o hecho algo que te ha traído problemas? Así como numerosas figuras públicas, muchos de nosotros hemos actuado o hablado sin pensar en las posibles consecuencias. “La persona impulsiva suele no controlar su ira y realiza actos violentos sin pensar. En algunos casos reaccionando de forma exagerada a la situación”, explica la psicóloga Maribel Briceño.
Falta de habilidades sociales. “El impulso muestra la incapacidad del sujeto de adaptarse a la situación. El ataque de furia daña al impulsivo y a los otros; asimismo, es muestra de rigidez y de falta de herramientas para afrontar situaciones estresantes”, añade Briceño.
Ella nos ofrece 11 consejos para controlar nuestros impulsos. Puede revisarlos en la galería que le ofrecemos.
No acumular frustraciones, e ira, aprender a manejarlos adecuadamente. |
Fuente: Getty Images
Aprender a expresar nuestras emociones y afectos de forma asertiva. |
Fuente: Getty Images
Pensar en las consecuencias de nuestros actos impulsivos. |
Fuente: Getty Images
Procura hacer deporte y dormir lo suficiente. |
Fuente: Getty Images
Permítete espacios con personas constructivas, evita a personas problemáticas y situaciones tóxicas. |
Fuente: Getty Images
Reflexiona, ¿a quién le gana el impulso antes que la razón? A los niños, a las personas inmaduras, y personas con algún tipo de patología. Si es tu caso, pide ayuda a un especialista en salud mental. |
Fuente: Getty Images
Respira profundo y piensa en lo que dirás o lo que harás, ya que tendrá un efecto ya sea sobre otra persona, u situación. |
Fuente: Getty Images
Procura realizar actividades que te hagan más feliz internamente. |
Fuente: Getty Images
Pedir disculpas, así no tengas razón. Evita situaciones complicadas que no valen la pena. |
Fuente: Getty Images
Elige tus batallas, no todas se pueden pelear. |
Fuente: Getty Images