Finalmente, se aprobó el etiquetado octogonal en Perú. Te informamos en qué consiste así como otros utilizados, alrededor del mundo, como el semáforo nutricional y las tablas de información.
Decidir sobre nuestra alimentación es un derecho que debemos ejercer. En Perú, la búsqueda de un sistema de información que brinde datos claros sobre lo que comemos terminó con la aprobación, por Decreto Oficial en "El Peruano", del sistema de advertencia de etiquetado por octógonos. En esta nota te informamos de los diferentes sistemas utilizados alrededor del mundo.
En Estados Unidos la normativa de etiquetado de alimentos y bebidas está regulada por la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés). Dicha norma, que forma parte de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, establece un etiquetado llamado tabla nutricional.
Esta debe aparecer en los alimentos empaquetados o envasados y contiene información sobre las calorías, grasa total, sodio, carbohidratos, fibra, azúcares, proteína y el potasio presentes en el producto.
En 2015, bajo la administración de Barack Obama, se realizaron algunos cambios: ahora se resaltan las calorías y porciones, así como se presentan los gramos y porcentajes del valor nutricional diario de las azúcares añadidas. Esta normativa se pondrá en vigencia el 26 julio de 2018 (y se aplica un año adicional para pequeñas empresas).
En China se utiliza una tabla de composición similar, en la que se indican las porciones, proteínas, grasas, grasas trans, carbohidratos, azúcar, sodio, vitaminas y fósforo. Además, es opcional la declaración nutricional “bajo en grasas” en ciertos productos. El sistema usado por China fue implementado por la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Garantía quien estableció el cuadro nutricional como principal etiquetado para mostrar la información.
Como es tendencia en otros países, el etiquetado debe estar en el idioma oficial, además de otro que puede ser inglés o español, dependiendo del perfil del consumidor.
Japón, la economía desarrollada con el índice más bajo de obesidad en el mundo, tiene una nueva regulación de etiquetado desde julio de 2010. En él se presenta el contenido energético: proteínas, glúcidos, lípidos, ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sodio y azúcares.
Los países de la Unión Europea como Alemania, Francia e Italia usan las guías de Alimentación (GDAs), con recuadros de información en el que se consideran valores y porcentajes de carbohidratos, proteínas, energía, grasas, fibra y sodio.
Si bien el estándar del etiquetado e información nutricional de la Unión Europea es ese, la norma establece que se pueden agregar ayudas visuales como las del semáforo.
Inglaterra utiliza el semáforo nutricional: rojo para productos con gran cantidad de azúcar, naranja para los que contienen un porcentaje moderado y verde cuando tiene poca cantidad. Este semáforo se usa principalmente para detallar porcentajes de grasa y sal.
Este sistema se usa desde 1998 y su efectividad está comprobada. Una investigación de la Universidad de Grenoble demuestra que el uso de este sistema reduce en 19% el consumo de azúcar.
EL CASO PERUANO
En el caso peruano, el Gobierno publicó hoy el esperado manual de advertencias publicitarias (etiquetado). Así, las etiquetas de productos procesados llevarán un manual de advertencias que especifique si es alto en azúcar, sodio y/o grasas. Las advertencias serán tipo octógonos de fondo negro con letras blancas.
El médico Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias, calificó esta decisión como "una victoria para la salud pública peruana". "¡Se aprobaron los octógonos! Gracias a la valentía del Ministerio de Salud por saber anteponer la salud de los niños y adolescentes peruanos de generaciones por venir", escribió en su cuenta de Twitter.
Previamente, Mónica Saavedra, representante del portal Comebien.pe y ex presidenta de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), indicó que los consumidores necesitan mayor información para que mejoren su dieta diaria y combinen mejor los alimentos.
"El objetivo de esta ley es poder tener incidencia en los temas de obesidad, sobrepeso y enfermedades crónicas no transmisibles. Por lo tanto, que no estén incorporados en ella los alimentos preparados, que son parte importante en la dieta ─con aporte de sodio, azúcar y grasas saturadas─, es una primera observación".
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