Especialista sostiene que no es recomendable usar estimulantes del apetito, pues lo primordial es establecer si la disminución de éste es fisiológica.
El déficit de algún micronutriente, como la falta de hierro que puede causar anemia, o la presencia de parásitos en los niños, serían algunas de las causas de la falta de apetito, lo cual debe preocupar a los padres de familia, cuando esta situación genera que los menores no ganen peso o se retrase la curva de crecimiento.
Al respecto la licenciada Dariela Armas Aranda, nutricionista del Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé, explicó que al disminuir la velocidad de crecimiento y por ende los requerimientos de energía y nutrientes se reduce el apetito.
Por tal razón recomendó a los padres de familia estar siempre atentos a la ganancia de peso y la curva de crecimiento de sus hijos y llevarlo al médico si presenta fatiga, palidez, irritabilidad, poca actividad, duerme mucho o si hay una perdida de peso excesiva.
La especialista indicó que cada niño ingiere una cantidad diferente de alimentos, pues su capacidad gástrica lo determina su peso e incluso el apetito varia de un día a otro, por eso es importante llevar a los niños a su control de crecimiento y desarrollo para evaluar su estado de salud de forma constante.
Se debe tomar en cuenta además que el consumo excesivo de azucares simples, compite con la disponibilidad de la vitamina B6; así mismo al tener bajo apetito hay disminución de consumo de alimentos fuentes de hierro trayendo como consecuencia la anemia.
Armas Aranda recordó que cuando el apetito ha conllevado a una disminución de peso excesiva y se tiene déficit de hierro en sangre, se compromete la parte inmunológica del niño, provocando que se enferme frecuentemente.
Expresó del mismo modo que no es recomendable usar estimulantes del apetito, pues lo primordial es establecer si la disminución del apetito es fisiológica.
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