Expertos sostienen que las bacterias enterotoxigénicas fragilis son capaces de colonizar el intestino en los ratones y provocan el desarrollo de tumores.
Un equipo de investigadores estadounidenses ha desentrañado el mecanismo por el cual una bacteria que se halla comúnmente en la flora intestinal es capaz de provocar el cáncer de colon.
En un artículo publicado hoy por la revista británica "Nature", los expertos de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EEUU) sostienen que las bacterias ETBF (bacterias enterotoxigénicas fragilis) son capaces de colonizar el intestino en los ratones y provocan la inflamación del colon y el desarrollo de tumores.
Para conseguirlo, las ETBF utilizan la citoquina interleuquina 17 (IL-17) o la IL-23, que amplifica las respuestas de la primera, prosigue el equipo de expertos dirigido por Cynthia Sears.
La IL-17 es un tipo de citoquina proinflamatoria segregada por varios subtipos de células T activadas y que influye, además de en el cáncer, en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Descubierta esta asociación, los investigadores aseguran que bastaría bloquear esa alianza para evitar la formación del cáncer, lo que abre la puerta a la investigación de nuevas terapias para combatir la enfermedad. EFE
En un artículo publicado hoy por la revista británica "Nature", los expertos de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EEUU) sostienen que las bacterias ETBF (bacterias enterotoxigénicas fragilis) son capaces de colonizar el intestino en los ratones y provocan la inflamación del colon y el desarrollo de tumores.
Para conseguirlo, las ETBF utilizan la citoquina interleuquina 17 (IL-17) o la IL-23, que amplifica las respuestas de la primera, prosigue el equipo de expertos dirigido por Cynthia Sears.
La IL-17 es un tipo de citoquina proinflamatoria segregada por varios subtipos de células T activadas y que influye, además de en el cáncer, en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Descubierta esta asociación, los investigadores aseguran que bastaría bloquear esa alianza para evitar la formación del cáncer, lo que abre la puerta a la investigación de nuevas terapias para combatir la enfermedad. EFE
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