Menores que empezaban la adolescencia y que tres o más veces por semana ingerían este tipo de alimentos tenían un riesgo mayor, en un 39 %, de desarrollar asma severo, según estudio.
El consumo de la llamada comida rápida tres veces por semana podría generar enfermedades como asma y eccemas en niños y adolescentes, según los hallazgos de un estudio de la publicación médica especializada "Thorax", parte del "British Medical Journal".
El equipo investigador de las universidades de Auckland (Nueva Zelanda) y de Nottingham (Reino Unido) detectó que aquellos menores que consumían comida rápida, como hamburguesas "para llevar" ("take away"), tenían un mayor riesgo de desarrollar condiciones como asma severo, eccema y ojos irritados y acuosos.
Según el estudio, extraído del "International Study of Asthma and Allergies in Childhood" ("Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia"), comer frutas en abundancia parece, sin embargo, proteger al organismo contra dichas condiciones.
La comida rápida ("comida basura"), a menudo contiene altos niveles de ácidos saturados, conocidos por afectar a la inmunidad de las personas, mientras que la fruta es rica en antioxidantes y otros componentes beneficiosos, de acuerdo con los expertos.
Estos detectaron que los menores que empezaban la adolescencia y que tres o más veces por semana ingerían este tipo de alimentos tenían un riesgo mayor, en un 39 %, de desarrollar asma severo. Los investigadores hallaron que los pequeños de edades entre seis y siete años sufrían un riesgo un 27% mayor.
Por otro lado, comer tres o más porciones de fruta semanalmente reduce el riesgo de padecer asma severo, eccema y rinoconjuntivitis entre un 11 y un 14%, según esta investigación.
"Si las asociaciones entre la comida rápida y la prevalencia de los síntomas de asma, rinoconjuntivitis y eccema son causales, entonces los hallazgos tienen una gran influencia en la salud pública debido al creciente consumo de comida rápida a nivel global", señalaron los autores del estudio, Innes Asher, de la Universidad de Auckland y Hywel Williams, de la Universidad de Nottingham.
En algunos casos, alimentos como la leche de vaca, los huevos, el pescado, marisco, productos de levadura, nueces y algunos colorantes y conservantes pueden agravar los síntomas, previnieron los expertos.
EFE
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