Una alimentación saludable garantiza la prevención de enfermedades en la gestante y su bebé.
Una alimentación variada y equilibrada durante el embarazo es esencial para que la madre proporcione a su futuro hijo los nutrientes necesarios para su desarrollo y reduzca el riesgo de enfermedades a través de la ingesta de proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales.
La obstetriz del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud Ana López Valladares además recomendó el consumo de ácido fólico en el mes previo a la concepción y durante el primer trimestre.
“Igualmente es importante incluir en la dieta, alimentos de origen animal y lácteos, además de usar la sal yodada, ya que durante la gestación se compromete el hierro, yodo y calcio”, aseveró.
La especialista indicó que se debe tomar un desayuno completo compuesto por lácteos, frutas y cereales, además de aumentar el consumo de hortalizas para cubrir el requerimiento de vitaminas y minerales.
Aconsejó comer pescado tres veces a la semana (principalmente pescado azul) porque aporta ácidos grasos omega 3 que son esenciales para el desarrollo del feto. “Asimismo, se debe tomar al menos 8 vasos de agua al día, consumir alimentos ricos en vitamina A por su importancia en el sistema inmunológico del niño y disminuir los azúcares”, agregó.
También afirmó que el exceso de peso en la etapa del embarazo y la retención del mismo durante la lactancia son factores de riesgo de obesidad, por lo que la obstetriz López sugiere mantener una alimentación regular y un control de la ingesta calórica como parte de un embarazo y una lactancia saludables.
Cabe señalar que durante el primer trimestre de gestación se debe asegurar el aporte de nutrientes de buena calidad, mientras que en el segundo trimestre debe haber un incremento en la ingesta de alimentos ricos en calorías para no comprometer la futura lactancia y que es en el tercer trimestre cuando se debe aumentar la demanda de energía y nutrientes por el aumento elevado en el peso del feto.
Por ello, EsSalud busca incentivar los hábitos saludables durante la gestación, que se traducirán en mejoras sustanciales en la nutrición de la madre antes, durante y después del embarazo a través de una alimentación segura y de buena calidad. De esta manera estaremos garantizando la prevención de enfermedades crónicas y la buena salud de la gestante y su bebé.
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