Un estudio ha demostrado un nuevo vínculo entre el consumo de carne roja y la probabilidad de padecer ateroesclerosis.
El consumo excesivo de carne roja está vinculado con un mayor riesgo de padecer ateroesclerosis, una enfermedad cardiovascular que lleva al engrosamiento y colapso de las arterias, revela un estudio publicado en la revista Nature Medicine.
La investigación ha demostrado que la microbiota intestinal transforma la L-carnitina, presente en la carne roja, en un compuesto llamado N-óxido-trimetilamina (TMAO, por sus siglas en inglés) que acelera la ateroesclerosis en ratones.
Los resultados revelaron que este proceso funciona como una especie de bucle, ya que el consumo habitual de carnes rojas promueve el crecimiento de las bacterias que llevan a cabo esta reacción metabólica, incrementando más aún el riesgo de enfermedad cardiovascular.
“Una dieta rica en carnitina altera nuestra composición microbiana intestinal y aumentan aquellas bacterias que les gusta la carnitina. Esto hace a los consumidores de carne aún más susceptibles a la formación de TMAO y a sus efectos sobre las arterias", explica Stanley Hazen, uno de los autores.
Sin embargo, vegetarianos tienen una capacidad muy reducida de sintetizar TMAO a partir de la carnitina, lo que puede explicar los beneficios para la salud cardiovascular de estas dietas.
Comparte esta noticia