El doctor Víctor del Carpio detalla los riesgos que enfrentan niños y adolescentes ante el uso intensivo de redes sociales y recomienda retrasar su acceso para proteger su salud mental.
La creciente preocupación por el impacto de las redes sociales en la salud mental de los niños y adolescentes ha llevado a varios países, entre ellos Australia y Dinamarca, a implementar leyes restrictivas sobre el acceso a estas plataformas para los menores.
En el caso del país de Oceanía, en diciembre del año pasado, el Parlamento promulgó la primera prohibición mundial de las redes sociales para niños y adolescentes menores de 16 años. Dinamarca le ha seguido los pasos luego que el último viernes el Gobierno anunciara un acuerdo similar, estableciendo la edad mínima para acceder a estos medios sociales en 15 años.
En diálogo con Espacio Vital, el doctor Víctor Manuel del Carpio Reymer, médico psiquiatra y psicoterapeuta cognitivo conductual, analizó esta tendencia.
“[Los] fundamentos por los cuales estos países tomaron esta decisión son totalmente válidos. [Los] fundamentos que han utilizado […] para poder aprobar este tipo de normas, ha sido basado en estudios epidemiológicos y neurobiológicos, de cómo la tecnología está afectando la salud mental, principalmente en este grupo etario, que es un grupo de mucho riesgo”, indicó el galeno.
Asimismo, Del Carpio destacó que, a nivel global, uno de cada siete adolescentes presenta “algún tipo de diagnóstico de salud mental relacionado o que es empeorado como factor de riesgo asociado a las redes sociales”. En el caso del Perú, el especialista señaló que casi el 95 % de los jóvenes entre 13 y 16 años utilizan al menos una red social, y un 10 % de ellos pasan más de cinco horas al día conectados.
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¿Cuáles son los diagnósticos de salud mental de los adolescentes que usan en exceso las redes sociales?
El doctor Víctor Manuel del Carpio Reymer explicó que el uso intensivo de las redes sociales se asocia a problemas de ansiedad, depresión y trastornos de la alimentación, ya que la exposición constante a ideales de belleza poco realistas afecta la autoimagen de los jóvenes.
“Los tres principales bloques [que afectan las redes sociales] estamos hablando de lo que es ansiedad, afectivos, o sea, lo que tendría que ver con la depresión, y tercero, que tiene que ver con los trastornos de conducta alimentaria y los somatomorfos y las dismorfofobias. Son los tres tipos. Y esto tiene que ver mucho con un concepto ya cultural: qué es lo que se ven en las redes sociales [o] quiénes son los influencers a los que siguen”, indicó.
Finalmente, Del Carpio concluyó que es esencial que los padres supervisen el uso de las redes sociales por parte de sus hijos y aconsejó que los menores de 12 años no deberían tener acceso a estas plataformas. “Lo ideal es mientras más tardío puedan acceder a las redes sociales va a ser mejor”, concluyó.