Ministros que participaron en G8 dijeron que el mundo está lejos de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre y malnutrición antes del 2015.
Los ministros de Agricultura del G8 reconocieron que el mundo está "muy lejos" de alcanzar los Objetivos del Milenio (ODM) fijados por Naciones Unidas en materia de reducción de la malnutrición.
"La declaración del Milenio firmada en el año 2000 tenía como objetivo reducir a la mitad el número de personas que padecían hambre y malnutrición en el mundo antes del 2015. El mundo está muy lejos de alcanzar ese objetivo", indicaron los ministros en una declaración conjunta.
El número de personas que padecen hambre se acerca a los 1.000 millones, según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"Creemos que hay que fomentar y mejorar la calidad de la producción agrícola", sostienen los ministros del G8 en el documento final tras la reunión de tres días realizada en Cison Di Valmarino, al nordeste de Italia.
Representantes del G5 (Brasil, China, India, México y Africa del Sur) así como Argentina, Australia y Egipto, participaron en los debates.
Los ministros de Agricultura consideran clave promover una agricultura "duradera" y pidieron tanto al sector privado como al público que "aumenten las inversiones".
Los participantes debatieron con instituciones como el Banco Mundial (BM), Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unión Africana (UA) sobre los preocupantes efectos de la crisis económica en el sector agrícola.
Los ministros solicitaron a las instituciones internacionales que "examinen la posibilidad de crear un sistema de almacenamiento de reservas alimentarias para las urgencias humanitarias" o "para limitar la volatilidad de los precios" ante la especulación que sufre el sector.
La declaración de los ministros del G8 (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Gran Bretaña e Italia) deberá ser ratificada por los jefes de Estado y de gobierno en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que se celebrará en julio en la isla italiana de Cerdeña.
La reunión fue convocada por los jefes de Estado y de gobierno del G8 durante la última cumbre en Japón, preocupados por el aumento del hambre y la pobreza, lo que provocó el año pasado protestas en varios países, entre ellos Haití.
"La declaración del Milenio firmada en el año 2000 tenía como objetivo reducir a la mitad el número de personas que padecían hambre y malnutrición en el mundo antes del 2015. El mundo está muy lejos de alcanzar ese objetivo", indicaron los ministros en una declaración conjunta.
El número de personas que padecen hambre se acerca a los 1.000 millones, según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"Creemos que hay que fomentar y mejorar la calidad de la producción agrícola", sostienen los ministros del G8 en el documento final tras la reunión de tres días realizada en Cison Di Valmarino, al nordeste de Italia.
Representantes del G5 (Brasil, China, India, México y Africa del Sur) así como Argentina, Australia y Egipto, participaron en los debates.
Los ministros de Agricultura consideran clave promover una agricultura "duradera" y pidieron tanto al sector privado como al público que "aumenten las inversiones".
Los participantes debatieron con instituciones como el Banco Mundial (BM), Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unión Africana (UA) sobre los preocupantes efectos de la crisis económica en el sector agrícola.
Los ministros solicitaron a las instituciones internacionales que "examinen la posibilidad de crear un sistema de almacenamiento de reservas alimentarias para las urgencias humanitarias" o "para limitar la volatilidad de los precios" ante la especulación que sufre el sector.
La declaración de los ministros del G8 (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Gran Bretaña e Italia) deberá ser ratificada por los jefes de Estado y de gobierno en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que se celebrará en julio en la isla italiana de Cerdeña.
La reunión fue convocada por los jefes de Estado y de gobierno del G8 durante la última cumbre en Japón, preocupados por el aumento del hambre y la pobreza, lo que provocó el año pasado protestas en varios países, entre ellos Haití.
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