Cuando se producen cambios ambientales súbitos, como variaciones de temperatura o de humedad, se crean unas proteínas de defensa, necesarias para garantizar la supervivencia de las células.
Un grupo de investigadores españoles de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona (noreste) ha descubierto un sistema de control que permite proteger el ADN de cambios ambientales, evitando una inestabilidad genética que provoca enfermedades como el cáncer.
El estudio, publicado en la revista "Nature", ha identificado una molécula que regula la duplicación de las células cuando, al mismo tiempo, se producen cambios ambientales, de modo que se podrán evitar posibles daños en el genoma, indicó la universidad española en un comunicado.
Por una parte, la información que contiene el ADN o genoma sirve para producir las proteínas necesarias en cada momento, que son las encargadas de regular el funcionamiento de las células.
Cuando se producen cambios ambientales súbitos, como variaciones de temperatura o de humedad, se crean unas proteínas de defensa, necesarias para garantizar la supervivencia de las células.
La dificultad está en que este proceso se produce simultáneamente a la división celular, cuando las células dan lugar a otras células "hijas", con la misma información genética.
Para ello, la célula "madre" primero duplica su material genético, en un proceso muy delicado ya que el ADN es especialmente susceptible a sufrir alteraciones que serían heredadas por la célula hija.
Cuando aumenta la demanda de proteínas y al mismo tiempo se está duplicando el genoma es probable una colisión entre el sistema encargado de producción de proteínas y el de duplicación del ADN.
El estudio ha descubierto una molécula señalizadora, capaz de coordinar los dos procesos y de parar la duplicación de ADN hasta que se hayan producido las proteínas necesarias.
Este descubrimiento es especialmente importante en las células más susceptibles ante los cambios ambientales, como las de la piel, para evitar una inestabilidad genómica que puede provocar un cáncer.
EFE
Comparte esta noticia