Humberto Arenas, presidente de la Federación Latinoamericana de Nutrición, explica los factores que llevan a los pacientes de hospitales en Perú a padecer de esta condición.
El 74.2% de pacientes internados en hospitales del Perú presentan desnutrición clínica moderada y grave, aumentando notablemente el costo de hospitalización en casi 300% por mayor vulnerabilidad a complicaciones y focos infecciosos, confirmó el doctor Humberto Arenas, presidente de la Federación Latinoamericana de Nutrición. ¿Pero, qué es la desnutrición clínica?
Esta condición es el estado nutricional que altera las funciones fundamentales de un paciente como la movilización, la falta de fuerza, la cicatrización y la función inmunológica. "Aumenta el riesgo a una mayor morbilidad y mortalidad (intra o extra-hospitalaria), también genera una lenta recuperación, ya sea hospitalaria o en casa, lo que afecta la calidad de vida e incrementa innecesariamente los costos", explica Arenas.
Existen dos vías de administración de nutrientes durante la hospitalización, que deben ser consideradas complementarias en los pacientes de más alto riesgo, para evitar un cuadro de desnutrición clínica. La vía intravenosa, que proporciona aminoácidos, carbohidratos y grasas de manera precisa; y la segunda, que se realiza mediante sondas, a través de la vía digestiva, siendo actualmente la más utilizada.
Un estudio realizado en América Latina por United for Clinical Nutrition, identificó que sólo el 10.2% de internos en Perú se alimenta por ambas modalidades. El 85.4% se nutren exclusivamente por sondas y el 4.4% por vía intravenosa, representando un gran riesgo para su vida.
La malnutrición en el siglo XXI continúa siendo un problema de salud pública, pocas veces reconocido y pocas veces tratada. El número de pacientes desnutridos en los hospitales de Latinoamérica, incluido Perú, oscila entre el 50% y el 70% del total de internos. Para calcular el nivel de desnutrición de un paciente hospitalizado se requieren de dos criterios de evaluación.
Los líderes de las organizaciones más importantes de la Nutrición Clínica han desarrollado una evaluación global (GLIM -Global Leadership Iniciative for Malnutrition) con el fin de estandarizar el diagnóstico y está basado en 2 tipos de criterios de evaluación:
- Fenotipo: Relacionada con la pérdida de peso no voluntaria. El IMC bajo/peso por debajo de su peso habitual
- Etiología: Disminución de ingesta de alimento o de absorción de los mismos.
Entre los factores que influyen para que un paciente hospitalizado llegue a un nivel de desnutrición moderada o severa, se pueden mencionar la falta de entrenamiento del médico líder del equipo. La mala práctica de la nutrición clínica es producto de una enseñanza inadecuada. La meta de un plan de estudios en nutrición clínica es ayudar a los estudiantes a “aprender a saber nutrición clínica”, “aprender a hacer nutrición clínica” y “aprender a ser una diferencia en la atención nutricional”.
También se ha mencionado la restricción de presupuesto y presión, de costos como uno de los obstáculos para implementar tempranamente cuando es necesaria la terapia nutricional. Sin embargo, se ha demostrado que, por cada dólar invertido en terapia nutricional en el paciente apropiado, retornan cuatro dólares o más en ahorros al sistema de atención para la salud.
El Dr. Humberto Arenas explica que entre los nutrientes recomendados para evitar cuadros de desnutrición en los hospitales resaltan los combinados de micronutrientes como vitaminas, minerales electrolitos y oligometales. "Se debe satisfacer diariamente los requerimientos de calorías (25-30 kcal /kg/día) y de proteínas (1.0-2.0 grs. /kg/ día). Las rutas por las cuales son administrados son la oral, la enteral y la intravenosa. Pueden utilizarse simultáneamente. El objetivo es cubrir diariamente las necesidades del paciente", comenta el especialista.
Cualquier enfermedad que afecte la ingesta de nutrientes por vía oral ya sea porque no puede hacerlo, no quiere hacerlo o no debe hacerlo, enfermedades con trauma agudo y crónicas como cáncer e insuficiencia renal y enfermedades que afecten el tubo digestivo pueden verse complicadas con la presencia de un cuadro de desnutrición. Entre los nutrientes recomendados para evitar contraer infecciones intrahospitalarias resaltan aquellos alimentos que incrementan la función inmunológica. Además, se debe evitar el uso de lípidos de soya ya que son inmunosupresores. "El uso de glutamina como un nutriente esencial en situaciones graves y como inmunomodulador. La tiamina, la vitamina C y la vitamina D", finaliza Arenas.
Comparte esta noticia